Miercoles, 24 de Abril del 2024
Lunes, 08 Abril 2019 02:58

Los auténticos moribundos

Los auténticos moribundos Escrito Por :   Arturo Rueda

En términos de movilización y de activismo, el candidato de Morena ‘golea’, lo que también ayuda a disipar los ruines rumores sobre su estado de salud. ¿Por qué si Barbosa se encuentra moribundo y casi casi in articulo mortis —como dice Armenta—, mantiene este estado febril de actividad por todo el estado, con tres o cuatro mítines diarios? ¿Puede hacer eso un moribundo?


 

Como era previsible, Enrique Cárdenas y Alberto Jiménez Merino ya se disputan el último lugar en la campaña por la gubernatura 2019, pues el equipo de campaña del priista difunde que ya superaron al académico y se encuentra sólo a 13 puntos, sí, a 13, del abanderado de Morena. La verdad es que ambos están para llorar, pero no es culpa de Luis Miguel Barbosa, quien hace su ‘chamba’ de candidato al ritmo de tren bala.

 

Muchas razones explican que las encuestas hasta ahora publicadas le dan a Barbosa un rango de ventaja de entre 25 y 35 puntos de votación efectiva. La principal es que el académico no tiene la menor idea de cómo hacer una campaña, pues nunca la ha hecho, mientras que el priista, pese a tener mayor experiencia, arrastra una marca pésima y la desmoralización del tricolor.

 

El caso de Cárdenas es peripatético, pues en su contradicción de mantenerse en la virginidad de la ciudadanía, pero respaldado por los partidos, no sabe cómo insertarse correctamente en ninguna de las clientelas. Es decir, a nadie deja satisfecho.

 

Si algo se le recuerda al académico durante esta semana es el fracaso de sus movilizaciones. En el arranque de campaña no llegaron ni 300 personas. El lunes presentó su 3de3, pero no hizo nada más. El martes descansó para festejar su cumpleaños. Luego fue a Tehuacán en un acto pequeño, pero decente, respaldado por el PAN, pero su vuelta al rollo ciudadano lo dejó en evidencia: 27 mujeres en San Andrés Cholula y luego 70, aunque acabaron 30 en su rodada dominguera.

 

En la campaña de Cárdenas, pues, están sus amigos, los pocos que tiene Gabriel Hinojosa, y nada más. Es el peso real del movimiento Sumamos, que en realidad debería llamarse Restamos. Cualquier mitin que no organiza Acción Nacional es un fracaso estruendoso. Hasta el momento, nada han organizado ni PRD ni MC, por la sencilla razón de que nada tienen.

 

Pero nada indica que el académico se vaya a salir de esa línea sosa y aburrida, pues en la primera semana tuvo oportunidad de montarse sobre el ‘audioescándalo’ de Alejandro Armenta y Violeta Lagunes. ¿Dijo o señaló algo relevante? Nada.

 

En el fondo, Cárdenas tiene miedo de meterse al callejón de los chingadazos para explotar mediáticamente los puntos flacos del candidato de Morena. La gente que soporta a Hinojosa y acude a las reuniones de estrategia dice que el ex rector de la Udlap no soltará golpes porque “tiene un prestigio que defender”, cuando en realidad lo que tiene es miedo a que se destapen viejos expedientes de su paso por la Universidad de las Américas que liquiden, precisamente, su prestigio ciudadano.

 

Jiménez Merino tiene más ‘empaque’. Ya fue dos veces diputado federal y sabe cómo se hace una campaña. Lo malo es que no tiene posicionamiento, ni partido, ni dinero, aunque le apuesta a cierto voto duro que nadie se atreve a calcular hoy día.

 

Lo peor es que entre ambos, Cárdenas y Jiménez Merino, apenas han recorrido cinco municipios: tres el que lleva la marca del PAN; dos el priista. Hacen poco, y muy poca gente acude a verlos. En realidad están ‘tirados a la hamaca’. No hacen campaña ni parece que quieran hacerla.

 

Esa holganza contrasta con la febril actividad de Barbosa, quien ha acudido hasta el momento a 14 municipios y la peor asistencia la tuvo ayer en Totimehuacán con apenas 500 asistentes, mientras que en el resto se han visto movilizaciones diarias de entre tres mil y cinco mil personas, teniendo la mayor en el arranque del Centro Expositor —20 mil— y el evento de maestros en Acrópolis —10 mil—.

 

En términos de movilización y de activismo, el candidato de Morena ‘golea’, lo que también ayuda a disipar los ruines rumores sobre su estado de salud. ¿Por qué si Barbosa se encuentra moribundo y casi casi in articulo mortis —como dice Armenta—, mantiene este estado febril de actividad por todo el estado, con tres o cuatro mítines diarios? ¿Puede hacer eso un moribundo?

 

Con tal ventaja, de entre 25 y 35 puntos, Barbosa podría hacer una campaña reposada, pero en realidad hace todo lo contrario.

 

Si esto es así, los auténticos moribundos —suena a nombre de grupo de rock— son Cárdenas y Jiménez Merino, pues su actividad electoral es notoriamente inferior a la de Barbosa, a quien no se puede culpar de que sus rivales están ‘tirados a la hamaca’, sin nada que ofrecer, sin nada que decir, sin nada con qué impactar.

 

 

Restan semanas que pueden ser intrascendentes si es que el académico y el priista no se ‘ponen las pilas’, pues mientras ellos pasean, una locomotora llamada Barbosa los arrasa.

 

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