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Martes, 23 Abril 2019 02:49

Catorce años después, el marinismo sigue dando asco

Catorce años después, el marinismo sigue dando asco Escrito Por :   Arturo Rueda

Como sigue agradecido por los 100 millones que recibió Intolerancia Diario de Mario Marín, Núñez transmitió una entrevista cómoda con Adolfo Karam, oficialmente prófugo de la justicia y desde algún lugar del mundo, tan cómoda como sólo puede hacerse a un compañero de francachelas. Es conocida y pública la amistad que los une, así como su afición etílica.


 

Catorce años después, los marinistas involucrados en el escándalo Cacho —hoy prófugos de la justicia federal— y sus periodistas favoritos no entienden la lección y reinciden en las razones de su desprestigio público.

 

Enrique Núñez, director de Intolerancia Diario, el medio más beneficiado por el marinismo con recursos por más de 100 millones de pesos en el sexenio por convenios de publicidad —a los que debe sumarse montos por impresiones, obra pública y hasta venta de blocks—, nos recordó en su columna de ayer las mismas infamias, con la misma miseria que escupió contra la periodista hace 13 años en defensa de su ‘Góber Precioso’.

 

El recientemente famoso creador del periodismo etílico recordó su cátedra de bajeza al reiterar que Lydia Cacho sólo se victimizó, que tiene delirio de persecución por la violación que sufrió hace años, que la tortura psicológica es “fantasiosa y sin fundamentos”, que hay un dictamen que “determina que la señora sí padecía un trastorno mental, pero no derivado de la aprehensión, sino de hechos personales sufridos con anterioridad”.

 

En suma, el creador del “éxtasis marinista” —bien pagado con 100 millones de pesos en convenios— escribe más o menos lo mismo que escribió en 2006: que Lydia Cacho es una “loca trastornada”. ¿Cómo no recordar la publicación del peritaje psicológico en la que periodista narró la violación que sufrió hace años?

 

La defensa a ultranza de Mario Marín, y de todos los involucrados en el escándalo, lo llevó a ser exhibido por Denise Maerker en horario estelar en Televisa, en un programa en el que le leyó textualmente las crónicas elogiosas publicadas en Intolerancia en defensa del ‘Precioso’.

 

La asquerosidad de Núñez cierra así su columna de ayer: “de ahí, a que 14 años después, la señora Cacho se siga victimizando por un traslado de Cancún a Puebla en donde vino hablando por teléfono libremente, sin ser esposada, recibiendo medicina y alimentos; y siendo recibida por una comitiva que atestiguó su arribo sin huellas de maltrato, me parece que es seguirle haciendo el juego a una mujer que lucra con su condición de activista social, pero que en realidad vive de un enfermizo protagonismo”.

 

Según el director de Intolerancia, entonces, Lydia Cacho lucra con su condición de activista social y en realidad vive de un enfermizo protagonismo.

 

¡Órale!

 

Como sigue agradecido por los 100 millones que recibió Intolerancia Diario de Mario Marín, Núñez transmitió una entrevista cómoda con Adolfo Karam, oficialmente prófugo de la justicia y desde algún lugar del mundo, tan cómoda como sólo puede hacérsele a un compañero de francachelas.

 

Es conocida y pública la amistad que los une, así como su afición etílica.

 

En esa entrevista, Karam hace bien lo que sabe hacer bien: exculpar a su jefe Marín —dice que no sabía de la orden de aprehensión, ni le dio la orden, y que le marcó tras ser enterado por periodistas nacionales— y burlarse de la periodista.

 

¿Cuál tortura, se pregunta el ex jefe de la Policía Judicial, si hasta le compramos un pollo rostizado a la señora que se comió ella sola, y hasta tuve que pagar cápsulas de Tesalon y un Broncolín?

 

Según Karam en la entrevista comodísima, la periodista hasta entabló una relación fraternal con los policías judiciales que la detuvieron en Cancún, les contó detalles de su vida personal, casi casi se hicieron amigos, y delante de Lucero Saldaña le afirmó al entonces funcionario, hoy prófugo, que no tenia ninguna queja por el traslado y detención.

 

Envalentonado por quién sabe qué, quizá se sienta protegido por alguien, Karam tiene el cinismo de retar a la periodista de presentarse a un polígrafo, mientras Núñez bromea entre risas que “hasta se comieron un pollito”.

 

Par de asquerosos.

 

Catorce años, nosotros, los de entonces, seguimos siendo los mismos.

 

Enrique Núñez, el perro faldero del marinismo, e Intolerancia, el medio favorito del ‘Góber Precioso’. Pagó un buen dinero para que 14 años después lo siga defendiendo.

 

Un perro faldero agradecido.

 

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