A cinco días de que se acabe el gobierno del maestro Pacheco Pulido, la transición con el futuro gobierno de Luis Miguel Barbosa vive una tensa calma. Esa tensión que se palpa tiene como origen el violento, contundente tuit del gobernador electo acerca de las finanzas estatales ejercidas en estos meses, así como los recursos que quedarán para ejercer de aquí al final de año.
El tuit del gobernador electo fue una respuesta directa a la postura de Jorge Estefan Chidiac en la comparecencia en la comisión de Hacienda, donde tras ser cuestionado por la asignación de recursos a Smart City, se puso hablar de lo bien que se había gestionado el dinero en su periodo como secretario de Finanzas, y de las excelentes finanzas que heredaría a María Teresa Castro Corro, quien ocupará su lugar a partir del jueves.
Algo profundo se removió con los dichos de Estefan, pues Barbosa reaccionó con dureza: “El proceso de entrega-recepción en todas las áreas está en marcha. La relativa a las finanzas arrojará el monto líquido de recursos no comprometidos con los que contará mi gobierno el resto del año. Que nadie hable para que después no diga que se equivocó”.
Ese “que nadie hable” tenía nombre y apellido: Jorge Estefan Chidiac, quien a partir de ese momento desapareció oficialmente de la transición. Fue una baja informal. Un desaparecido en acción.
Ese mismo martes, se dio a conocer un boletín en el que se presume un proceso de entrega-recepción “ordenado y transparente”. En las fotografías se observa a Fernando Manzanilla, David Méndez, funcionarios del actual gobierno y del próximo. Brilla por su ausencia Estefan, pues su lugar es ocupado por el subsecretario López Malo.
A la mañana siguiente, otro tuit durísimo del gobernador electo. “La voluntad de mi gobierno contra la #corrupción será firme, tope con lo que tope”. ¿A qué se refería y en que contexto se refería?
Otro boletín, ahora de la administración de Pacheco Pulido, que da cuenta de lo que será probablemente la última reunión de ese gabinete. El título es contundente: “En Puebla se mantuvo el Estado de Derecho”. El propio boletín, se destaca, el reconocimiento al compromiso de Fernando Manzanilla Prieto.
Pero otra vez, las fotografías son elocuentes: Estefan otra vez brilla por su ausencia, y otra vez, su lugar lo ocupa el subsecretario López Malo.
En medio de todo esto, CAMBIO da a conocer que el manejo de las finanzas públicas ni fue tan legal ni tan transparente como quiso presumir Estefan en la comisión de Hacienda. El primer “pero” son las adjudicaciones directas por 550 millones que violan las disposiciones de la Ley de Adjudicaciones, que en su Artículo 20 establecen como excepción a las licitaciones la urgencia, el proveedor único o montos menores a 33 mil pesos.
Dentro de ese paquete de adjudicaciones se cuentan las dos camionetas Tahoe pagadas por 2.4 millones de pesos que nadie sabe dónde están, ni quién las tiene, y la asignación con sobrecosto de 385 por ciento para la impresión de un libro, pagados a un editor morenovallista. Un libro cuyo costo máximo de maquila es de 200 pesos, que se pagó a 973.
Esa es la información de dos de las 79 adjudicaciones directas que se hicieron desde Finanzas. ¿Qué otros datos saldrán de las 77 adjudicaciones restantes?
¿Cuánta cochinero hay en el ejercicio de los recursos de este periodo?
¿Dónde quedó Estefan?
¿Alguien sabe explicar qué pasó?