Aunque a esta camada de alcaldes de los 217 municipios de Puebla serán los primeros que tengan la posibilidad legal de reelegirse hasta por tres periodos, ¿cuántos de ellos en verdad podrían hacerlo, por lo menos de los principales núcleos urbanos del estado, luego de analizar su desempeño rumbo al primer año de labores? De momento, no muchos.
La mayoría de los presidentes y presidentas municipales hasta ahora avanzan en piloto automático, imaginando que su administración solamente será de tres años, olvidando que el esquema anterior de administraciones brevísimas quedó superado con la Reforma Política de 2014, por lo que esta camada será la primera que tendrá oportunidad de reelegirse.
¿Y qué están haciendo con esa posibilidad? A excepción de algunos cuantos, dilapidándola. Sólo un puñado de ediles, en este momento, tienen posibilidades de reales de reelegirse, cuatro o cinco de los 217. Algunos se encuentran en semáforo amarillo y, por supuesto, lo que no se debate es que los dos peores que no tienen ninguna posibilidad son Luis Alberto Arriaga y Karina Pérez Popoca, de Morena.
Precisamente hablado, no es ninguna novedad afirmar que los de Morena son los ediles más problemáticos, los que no tendrían posibilidad de reelegirse, aunque ellos se escudan diciendo que el tema ni siquiera les interesa porque el Consejo Político de Morena ya determinó que no habrá reelección ni para diputados ni para alcaldes en 2021. Todo nuevo.
Por supuesto, eso es ahora. Pero ya se sabe que en política toda decisión es contingente y que lo que parece correcto ahora, pasado mañana puede no serlo. Por ejemplo, hasta hace unas semanas se daba por hecho que Bertha Luján sería la gran rival de Yeidckol Polevsky por la dirigencia nacional, pero la irrupción en la contienda del popular diputado federal Mario Delgado hizo que ésta tomara una nueva dirección.
Aunque al final en Morena decidieran que sí habrá reelección, los alcaldes Karina Pérez Popoca, Luis Alberto Arriaga, Marisol Cruz y Felipe Patjane las perderían de todas, todas, por lo que el lopezobradorismo irá cuesta arriba en algunos de los municipios más importantes de la región.
Entre los alcaldes que en este momento tienen el consenso social para pensar en reelegirse, casi ninguno de ellos proviene de Morena. Los que mejor perspectiva tienen son Felipe Velázquez Gutiérrez de Atlixco, emanado de Acción Nacional; el profe Luis Márquez del PRI en Zacatlán, Carlos Peredo Grau de CP en Teziutlán y Sergio Salomón Céspedes de MC en Tepeaca.
En estos cuatro casos, aplica la máxima de que la falta de noticias escandalosas es la señal de un buen gobierno. De esos cuatro municipios, los ediles pasean con tranquilidad por las calles, tienen un buen programa de obras y mantienen cercanía con los gobernados.
Por ejemplo, dos de esos ediles tuvieron feria el fin de semana —Márquez en Zacatlán y Peredo en Teziutlán— y se pasearon por los festejos sin recibir rechiflas ni muestras de reproche. Ponen el ejemplo.
Ese grupo de ediles de buena aceptación sólo había uno de la 4T: Melitón Lozano en Izúcar, quien tomó la decisión dolorosa de apartarse del gobierno municipal para encargarse de la SEP en la administración de Barbosa.
En semáforo amarillo hay muchos alcaldes que no acaban de dar el estirón, o bien salieron del foco rojo pero no terminan de despegar. En este grupo destaca Claudia Rivera Vivanco, quien vive pendiente de la posibilidad de sufrir un cabildazo, pero que mantiene la confianza en su núcleo duro de colaboradores a los que integró a Rafa Quiroz con mucho éxito.
Su comportamiento político es todavía errático, pero las cifras de la inseguridad pública se pusieron de su lado en el último mes porque mantiene el respaldo a Lourdes Rosales al frente de SSPTM.
En este grupo también se ubica Lupita Vargas en Xicotepec, Norma Layón en Texmelucan —salió del foco rojo en las últimas semanas—, Vicente Valencia en Venustiano Carranza, Felipe Patjane en Tehuacán —otro errático que da un paso adelante y dos atrás—, y Gustavo Vargas en Huauchinango, quien le propinó un golpe brutal al ex edil Gabriel Alvarado al exhibir el robo de ataúdes de su esposa Liliana Aguirre. Creo que también Lupita Daniel de Cuatlancingo.
En la categoría de insalvables, junto a Karina y Arriaga, no puede faltar Marisol Cruz, la alcaldesa bailadora de Tecamachalco que goza de lo lindo mientras en su municipio hay toque de queda entre el huachicol y el robo de autotransportes. También ahí habría que incluir a Mario de la Rosa, edil de Amozoc, pastor renegado de la Luz del Mundo y amo de todos los escándalos de la región. Entre los insalvables también la alcaldesa Angélica de Huejotzingo
¿No todos los alcaldes tendrían que empezar a pensar en la reelección?