Para evitar que Morena se pudriera y como única forma de aplacar a sus huestes decididas a iniciar la guerra civil, Andrés Manuel López Obrador tuvo que pronunciar las Palabras Mayores —en referencia a Spota— durante la reunión plenaria de la bancada de su partido previo al inicio del Periodo Ordinario de Sesiones: en los estatutos está la encuesta, señaló su dedo divino.
Y por encuesta será como se elija al próximo dirigente nacional de Morena, con lo que prácticamente descarrila a quien era la favorita del grupo de los “fundadores”, Bertha Luján, y le deja todo el camino abierto al coordinador de los diputados federales, Mario Delgado, y en segunda instancia a Yeidckol Polevnsky, quien podrá pelear su reelección.
Mario Delgado es notoriamente el más conocido y el mejor evaluado de los tres competidores según la encuesta de México Elige, la única que conozco que dio un seguimiento a la variable del posicionamiento de los liderazgos en Morena.
El coordinador de los diputados federales cuenta con un 57.2 por ciento de preferencia entre la militancia lopezobradorista. Le saca dos a uno a la actual dirigente Yeidckol Polevnsky, quien únicamente cuenta con el 27.4 por ciento de apoyo entre las bases.
La actual presidente del Consejo Nacional de Morena, Bertha Luján Uranga, se encuentra lejos de los números con los que cuenta el coordinador de los diputados federales de su partido, con apenas un 11.5 por ciento de respaldo. Era la favorita de Gabriel García y los superdelgados, así como los duros-fundadores del partido, pero nadie la conoce.
Con base en estos números, podría decirse que AMLO eligió con su dedito a Mario Delgado, quien ahora tendrá doble encomienda de sacar el Presupuesto 2020 y al mismo tiempo no dejarse comer el mandado por Yeidckol Polevnsky.
Será difícil que ella se levante, pues con Bertha Luján fuera de la carrera, es evidente que Gabriel García y los superdelegados se van a alinear con Mario Delgado por el simple hecho de aborrecer a Yeidckol.
Con la definición de esta carrera, el gobernador Barbosa queda bien posicionado en Morena, pues cualquiera de los eventuales ganadores es su aliado. No tendrá que elegir entre apoyar a su hermana Yeidckol —como la definió en el conversatorio con el periodista Mario Alberto Mejía— ni a su amigo Mario, a quien lo une el vínculo de ser compañeros de legislatura en el Senado.
¿Quién más gana en Puebla con el perfilamiento de Delgado? El diputado federal Ignacio Mier, quien es brazo derecho de Delgado en San Lázaro y le opera el Comité de Administración de la Cámara.
En contrapartida pierde Rodrigo Abdala, subido al tren de Bertha Luján por Gabriel Hernández y los superdelegados. Seguirá llorando por la calle de la amargura los supuestos maltratos que le dispensan desde el gobierno estatal. También se le aleja la candidatura de 2024.
¿Y en Puebla, donde también se elegirá al líder estatal por encuesta?
El barbosismo había abandonado la idea de conquistar Morena desde dentro, pues había desidia para lidiar con los radicales del Consejo estatal. Pero ahora las puertas están abiertas. Basta con colocar a un personaje medianamente conocido, pues es claro que como la suma de ceros da cero, ni Bracamonte ni Garmendia podrán competir porque son ilustres desconocidos.
Ahora el barbosismo podrá hacerse de la dirigencia de Morena sin grandes complicaciones, pues cuentan con los instrumentos mediáticos para incrementar la promoción de su candidato, que ni siquiera tendrá que acelerar mucho. Ganar será papita.
Respira en paz López Obrador: se evitó la descomposición de su partido, que podrá seguir siendo vehículo por lo menos hasta 2021 para darle victorias electorales que sustenten la Cuarta Transformación.