Martes, 23 de Abril del 2024
Jueves, 31 Octubre 2019 03:16

AMLO recupera el control de su partido Morena

AMLO recupera el control de su partido Morena Escrito Por :   Arturo Rueda

Ahora, que entienda el que quiere entender: Morena es un brazo del presidente, aunque AMLO diga que ya no hay partido de Estado. Puede haber libertad en sus procesos, vida política autónoma, pero no un cochinero que arrastre los valores de la Cuarta Transformación y mucho menos una intención expresa de desoír las “sugerencias” que hace el presidente.


 

In extremis, Andrés Manuel López Obrador ha recuperado el control de su partido político. Lo hizo gracias a una decisión unánime de los siete magistrados de la Sala Superior del TEPJF, quienes pese al pleitazo interno que traen, llegaron a un rápido acuerdo para tumbar la elección interna que Bertha Luján, Gabriel García Hernández y su facción ya daban por ganada.

 

El Tribunal Electoral derrotó a la facción insurrecta de Morena y los ubicó en su realidad: pueden usar las triquiñuelas que quieran, incluso abusar de los cargos públicos que ostentan, pero el poder del presidente es el poder del presidente. Punto.

 

La decisión unánime modifica, además, la correlación de fuerzas porque abre la Caja de Pandora que empoderaba a esa facción: el padrón de militantes. Ninguna elección interna será procedente hasta que se audite y limpie, como era el compromiso original de todos los grupos, hasta que un buen día esa facción le quiso dar un golpe de Estado.

 

"El padrón no resulta confiable, ya que las instancias partidistas no han llevado a cabo la depuración y actualización del instrumento registral que ellos mismos se impusieron con la finalidad de garantizar que en el mismo se encuentren incorporadas todas aquellas personas con derecho a ello", señaló el magistrado Indalfer Infante a cargo del proyecto.

 

De fondo “se afectó el derecho de las personas al sólo permitir participar a quienes se afiliaron antes del 20 de noviembre del 2017".

 

Inmediatamente Bertha Luján desató su ira por la resolución que le quita la dirigencia nacional que ya sentía en las manos. Perdió la guerra contra el Presidente. Después se verán las consecuencias de esa insurrección.

 

Ahora no hay nada para nadie y deberá emitirse una nueva convocatoria, pero antes deberá limpiarse el padrón. Esa nueva elección, seguramente, se dará en circunstancias diferentes, pues regresan a la carreta Mario Delgado y Yeidckol Polevnsky, que ya se veían fuera pese a su lealtad a AMLO. Ambos son los grandes ganadores como perdedores, Luján, Gabriel García y todos sus alfiles.

 

Entonces se cancela el resultado de las asambleas que ya se habían realizado, incluidas las nueve de Puebla. También se suspende la realización de las seis que se habían suspendido y se preveía se realizaran el 3 de noviembre.

 

Ahora, que entienda el que quiere entender: Morena es un brazo del presidente, aunque AMLO diga que ya no hay partido de Estado. Puede haber libertad en sus procesos, vida política autónoma, pero no un cochinero que arrastre los valores de la Cuarta Transformación y mucho menos una intención expresa de desoír las “sugerencias” que hace el presidente.

 

Es evidente que López Obrador llevó su intención de no intervenir hasta un punto límite y que en efecto no había simulación. Pero la intención de Luján y compañía.

 

*** Los demonios andan sueltos. Aunque todo Puebla da por hecho que Juan Carlos Lastiri fue detenido e internado en el Reclusorio Oriente de CDMX, a la hora del cierre de esta columna ninguna autoridad  lo había confirmado. Según Animal Político la Fiscalía General de la República lo negó, y de acuerdo con El Universal el Sistema Penitenciario de CDMX negó que hubiera ingresado.

 

La primera versión fue un levantón o secuestro, pues se trata de un político apetecible por la impudicia con la que amasó una fortuna a su paso por la Subsecretaría de Sedesol y de Sedatu al lado de la corruptísima Rosario Robles.

 

Si fue captura con orden de aprehensión, alguna instancia deberá confirmarlo este día para la audiencia en la que se calificará su detención, y posteriormente, la sujeción a proceso.

 

Detención o secuestro, a nadie sorprenda que Lastiri haya caído en alguna de esas hipótesis por ser un emblema de la corrupción de Peña Nieto.

 

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