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Martes, 17 Diciembre 2019 03:08

La guerra de los corruptos en la Secretaría de Administración

La guerra de los corruptos en la Secretaría de Administración Escrito Por :   Arturo Rueda

Ahora, con plena confianza de lo que ocurre arriba, el barbosismo se propone limpiar abajo, pues es evidente la lucha de poder en la Secretaría de Administración entre mandos medios, donde se juegan miles de millones de pesos. Un ejemplo es la constante filtración de hechos falsos a Rodolfo Ruiz de una fuente que tiene como objetivo deshacerse tanto de Urtuzuástegui Carrillo como del subsecretario Cortés


 

Mil patrullas de forma inmediata fue el eslogan de arranque del gobierno de Luis Miguel Barbosa. Ese “de forma inmediata” se tardó, pues hasta apenas ayer fueron entregadas las primeras 250 equipadas con alta tecnología. Sí, del inmediato se pasó a cuatro meses y medio. Y para que las mil estén circulando, más otras cien que entregarán de repuesto; habrá que esperar a finales de enero de 2020, es decir, cuando el barbosismo esté cumpliendo medio año en el poder.

 

La dilación del “inmediato” a “seis meses” es la prueba de que todo gobierno, aun teniendo a un gobernador que trabaja de 8 de la mañana a la 1:30 de la madrugada, que sólo duerme cinco horas diarias y dedica todas sus noches a dibujar el mapa de la delincuencia en el estado, tiene un lento periodo de arranque. Y más si uno de sus objetivos es erradicar la corrupción. La de arriba, pero también la de abajo.

 

 

El caso de las patrullas, por ejemplo, es la prueba de que las mejores intenciones del gobernador se estrellan contra la realidad de la burocracia y la necesidad de hacer compras sin incurrir en los viejos mecanismos de la corrupción, es decir, del moche, de la comisión, que si no llega arriba, entonces llega abajo.

 

Para que Puebla pudiera tener sus primeras 250 patrullas —las nuevas se las queda el vicealmirante Amezaga en la SSP y las viejitas serán entregadas a ayuntamientos y juntas auxiliares— tuvo que haber dos cambios en la Secretaría de Administración y una primera licitación declarada desierta porque se sospechaba amañada.

 

En efecto: Luis Miguel Barbosa, en apenas cuatro meses y medio, ha consumido a tres secretarios de Administración, el puesto que parece más problemático en el gabinete. Salomón Kuri se fue sin aspavientos y hasta con una carta de agradecimiento afirmando que su oneroso nivel de vida no podía ser pagado con los sueldos de la 4T. En radio pasillo, sin embargo, se dice que se fue cuando se dio cuenta que no iba a poder hacer negocios.

 

La segunda titular de Administración, de cuyo nombre nadie se acuerda, no se fue cuando supo que no podría hacer negocios, sino que quiso hacerlos. Pago las consecuencias al ser descubierta, y una de ellas fue que la primera licitación fue declarada desierta, precisamente, porque lucía amañada y no había sanciones contra la empresa ganadora en caso de que se retrasara la entrega de patrulla conforme a los plazos del contrato.

 

La tercera secretaría de Administración en el alba de gobierno, Rosa Urtuzuástegui Carrillo, no sólo ha tenido una mejor química con el gobernador y con el subsecretario Juan Pablo Cortés, sino que además ha entendido mejor su papel. La segunda licitación de las patrullas permitió, por ejemplo, que junto a las mil arrendadas, la empresa ganadora debe entregar otras cien para tenerlas de repuesto inmediato.

 

Ahora, con plena confianza de lo que ocurre arriba, el barbosismo se propone limpiar abajo, pues es evidente la lucha de poder en la Secretaría de Administración entre mandos medios donde se juegan miles de millones de pesos.

 

 

Un ejemplo es la constante filtración de hechos falsos a Rodolfo Ruiz de una fuente que tiene como objetivo deshacerse tanto de Urtuzuástegui Carrillo como del subsecretario Juan Pablo Cortés al inmiscuirlos —dolosamente— en la falsificación de un acta de una licitación pública nacional.

 

El asunto por supuesto que fue investigado por los sabuesos de la Función Pública, y la conclusión es que de acuerdo a los documentos subidos a Compranet, la falsificación nunca ocurrió. Lo único que quedó claro es que la fuente proviene de Administración, pues todos los funcionarios que se hacían de un dinerito al diseñar concursos, modificar bases, torcer fallos, una auténtica mafia que viene desde el morenovallismo, no están dispuestos a perderlos.

 

Por supuesto, el periodista Ruiz es parte de esa guerra sucia cuyo objetivo no es limpiar de corrupción la SA, sino que esta permanezca. Pero la fuente ha sido identificada, si creemos en lo que dio ayer el gobernador Barbosa: “Alguien mal intencionado, que pueden ser personas de la secretaria, entregaron un fallo alterado pero en Compranet nunca se subió nada alterado, ya hasta actas se levantaron”.

 

Por ello, el gobernador Barbosa he decidido irse lento en las adquisiciones, aunque eso signifique que algunos compromisos que tenía intención de cumplir de forma inmediata, se retrasen hasta seis meses como ocurrió en el caso de las patrullas. Al final, el gobierno es un elefante que tarda en comenzar a caminar. El objetivo es que ya en movimiento, sea imparable.

 

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