El nuevo ‘chaquetazo’ de José Juan Espinosa, ahora en contra de su ex hermano de sangre, Gabriel Biestro, que es lo mismo que oponerse a Luis Miguel Barbosa y la línea radical de Yeidckol Polevnsky, ha dado un nuevo vuelco a la designación del gobernador interino que se ha complicado más que un parto de trillizos.

 

Si el ex edil de San Pedro es capaz de amarrar sus cuatro votos del PT, dejaría al bloque de Morena con sólo 18 votos en el Congreso, con lo que habrían perdido la potencia de imponer a uno de los suyos y ‘reventar’ la negociación conducida por Olga Sánchez y Zoé Robledo en Gobernación para que un personaje vinculado a la administración de Martha Erika Alonso se haga cargo durante los siguientes meses.

 

Sin la fracción de PT que tiene a cuatro diputados, el bloque de Morena pierde la mayoría en el Congreso, y si el ‘JJ’ y sus tres diputados se unieran al Frente, Verde y el PRI, tendrían la posibilidad de procesar la designación que les encomienda Bucareli, con lo que Jesús Rodríguez Almeida podría pasar de encargado de despacho de la gubernatura a gobernador interino.

 

Pero sinceramente no creo que ocurra: el proceso de designación de un interino ya fue descarrilado por la ambición de Yeidckol, Barbosa y Biestro, y porque las ambiciones desatadas no garantizan los votos de los coordinadores parlamentarios.

 

Ejemplo: nadie garantiza que los restantes diputados del PT sigan a José Juan en su revuelta. Tampoco Rocío García Olmedo unifica los cuatro votos del tricolor, y Marcelo y ‘Gerry’ no pueden asegurar la unidad del Frente. El Congreso se prepara para vivir una balcanización semejante al nacimiento por generación espontánea de aspirantes a sentarse a la silla y que incluso han oficializado tal pretensión en la Oficialía de Partes del Legislativo.

 

Gabriel Biestro llevó al límite la tensión política, y en su incipiente carrera ya suma un frente en su contra que aglutina a diputados del PT, PRI y PAN que impedirá su nominación, pero también con mucha probabilidad su vulgar ambición terminará por dinamitar el bloque de Morena en el Congreso.

 

Por supuesto, nadie puede atinar qué juego está jugando José Juan Espinosa. Sólo que, como ha ocurrido en su carrera desde que era el ‘Niño Naranja’, volvió a traicionar para atender no se sabe qué intereses. Si solamente los suyos o también los de Gobernación.

 

La variable más simple es el resentimiento: como ni desde la dirigencia nacional de Yeidckol ni por Luis Miguel Barbosa fue considerado como una carta seria y viable del interinato, en despecho ha decidido dinamitar cualquier posibilidad de que ese grupo se quede con la posición y hasta prefiere pactar con los herederos de los morenovallistas. No le falta razón: fue uno de los arietes principales del fraude, protagonista de los hechos violentos en el Hotel MM, y al final no recibió premio suficiente.

 

Sin embargo, las cosas parecen ser más complejas que un despecho.

 

Un par de días después del funeral en la plaza de la Victoria, el periodista Rodolfo Ruiz narró con mucha precisión lo ocurrido en el cónclave que hubo entre Zoé Robledo y los 22 diputados de Juntos Haremos Historia, cónclave que se desarrolló el mismo tiempo en que Olga Sánchez enfrentaba la ira de los morenovallistas.

 

El subsecretario de Segob, según lo narrado por Ruiz, paró en seco las intenciones que había de designar ese mismo día al interino, y les dejó en claro que ningún diputado local estaba considerado para el cargo. Terminada la reunión, los diputados corrieron a reunirse con Barbosa en el hotel Marriott, de donde salió el plan para componer una terna con Biestro, Héctor Alonso y Héctor Jiménez que Yeidckol pusiera en la mesa para tronar la negociación de Segob.

 

De acuerdo con testigos presenciales, la fuente de Rodolfo Ruiz fue José Juan Espinosa. Y ahora, al bloquear a Biestro, el tal ‘JJ’ estaría trabajando para que Gobernación pueda llevar su negociación a buen puerto. Es decir, se convertiría en el gozne de la decisión en el Congreso.

 

Finalmente, todo puede ser más simple: Espinosa desea que su esposa Nancy sea la candidata de Morena a la gubernatura, por lo que ha roto su alianza con Barbosa. Impedir que Biestro llegue al interinato es debilitar al ex senador en su búsqueda por la candidatura. Objetivos muy claros al costo de romper a Morena.

 

Falta mucho, sin embargo, para asistir al desenlace de esta macabra historia del gobernador interino. Luego todos los bandos se van a despedazar por las candidaturas.