Como en la política forma es fondo, la forma defectuosa en la imposición de Enrique Cárdenas Sánchez como candidato de Acción Nacional hunde el fondo de la postulación. Dicho de otra forma, el portaaviones que era el bloque PAN-PRD-MC ahora es un ‘PANtanic’: un gran barco que se va a pique. 

 

 

Jesús Giles, ex dirigente estatal del albiazul que condujo las victorias de 2016 y 2018, habló fuerte y claro en Juego de Troles: son altas las probabilidades de que la justicia electoral ‘tumbe’ la candidatura de Cárdenas, dado el procedimiento irregular de su designación, una vez que la convocatoria estuvo abierta a ciudadanos, militantes y simpatizantes, pero Cárdenas nunca se inscribió para manifestar su interés.

 

Cárdenas naufraga en lo jurídico, pues el acuerdo CPN-SG/014/2019, publicado en los estrados electrónicos del Partido Acción Nacional, confirma el procedimiento irregular en la designación del académico: primero la Comisión Permanente Nacional desechó los tres nombres propuestos por el Consejo Estatal —Velázquez, Jiménez y Fraile—, luego los de los otros cuatro inscritos al proceso.

 

Entonces, una mano misteriosa cuyo nombre se omite en el oficio, puso sobre la mesa al académico de acuerdo con el CONSIDERANDO SEGUNDO, afirmando que tras rechazar las propuestas y a fin de no perder el derecho a registrar candidato, Héctor Larios “abrió espacio en la sesión para el registro de propuestas de candidaturas, siendo propuesto al Pleno de la Comisión Permanente Nacional al C. Enrique Cárdenas Sánchez (…) ello al posicionar el prestigio y la reconocida honorabilidad del ciudadano.

 

¿Quién puso sobre la mesa el nombre del académico? No lo dice el documento, ni tampoco si Cárdenas ya tenía su solicitud elaborada, los documentos necesarios, y esperaba la resolución en un salón anexo a la sesión de la Comisión Permanente Nacional.

 

Pero Giles tiene la respuesta: todo se trató de una simulación. Héctor Larios ya había adelantado a una mesa política de liderazgos la posibilidad de enviar a Cárdenas, pero obtuvo una votación negativa de forma unánime.

 

Dos días antes de la decisión narró Giles, esos liderazgos le adelantaron a Larios que rechazaban tanto la candidatura de Cárdenas, como la de Ana Teresa Aranda. Aun así, él y Marko Cortés lo impusieron.

 

Así pues, Héctor Larios engañó a la militancia poblana como al Consejo Estatal, pues por una parte alentó un proceso interno que en realidad era una simulación, y por la otra el CEN preparaba las dos posibilidades, Enrique Cárdenas o Ana Teresa Aranda. Al final, se quedaron con el académico.

 

Todos esos defectos de forma pudren el fondo. Por eso ayer renunció Salvador Escobedo Zoletto a la secretaría general y dejó sola a Genoveva con el paquete de organizar los apoyos al académico que enfrenta un tremendo rechazo del panismo.

 

Literal, argumentó para irse: “Hoy, no tienen sentido para mí muchas decisiones tomadas por la dirigencia del partido. Y si a esto, aunamos a un total desacierto en las formas, me es claro que el fondo no es el correcto… La historia se encargará de juzgar las decisiones que se han tomado desde las dirigencias, yo me voy con la frente en alto”.

 

La candidatura de Enrique Cárdenas, la ‘tumbe’ o no la justicia electoral, nació podrida y podrida continuará hasta el 2 de junio. El académico por fin podrá presumir en su currículum que fue candidato a gobernador, pero que no llegó. Todo porque su candidatura tuvo defectos de forma, y luego de fondo.  

 

La pudrió Héctor Larios, Marko Cortés, y todos aquellos que operaron para purgar el morenovallismo. Colocar a Jorge David Rosas Armijo en la secretaría general sólo será un parche.