Las Relaciones Internacionales estudian los vínculos de poder en el mundo. En efecto, las amenazas arancelarias del presidente Trump en contra de México corresponden a una supremacía evidente, empleada para sacar el mayor provecho.

El presidente de los Estados Unidos sigue utilizándonos para sacar ventaja de cara a su posible reelección. El racismo, al igual que la xenofobia, son clarísimos. Lo cierto es que nada de eso importa para los intereses estadounidenses, pues, a final de cuentas, sólo queda en una cuestión de principios morales.

Apegarnos a la confianza y buena voluntad del vecino del norte claramente es un error. Ya se ha manifestado la cruda realidad y el resultado ha sido la implementación de un estricto control migratorio por parte de México en contra del tránsito de los migrantes indocumentados. En efecto, la Guardia Nacional (GN) está brillando por estrenarse en funciones de “policía migratoria”; para lo cual, claramente, no estaba diseñada ni capacitada.

Habrá que ser pacientes para conocer los resultados obtenidos en la frontera sur. Por lo pronto, los elementos de la GN no están siendo tratados de la manera adecuada: duermen en casas de campaña y apenas y si tienen las medidas sanitarias mínimas para realizar su trabajo.

Alcanzar un equilibrio entre seguridad y el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes no es tarea fácil. Históricamente, los gobiernos mexicanos han servido para realizar la tarea sucia de los Estados Unidos al intentar frenar las olas migrantes. Esta vez las cosas se han agudizado por tener como presidente a un Republicano con las características de Trump.

En efecto, su estilo personal de gobernar ha puesto en apuros a la actual administración. A decir verdad, no se sabe con exactitud, de qué manera será tomada la decisión de contención fronteriza por la población de México. Más aun, con el programa de apoyo a los países del sur de México, como El Salvador, Guatemala y Honduras.

Con esto, la política exterior de asistencia mexicana dará un paso importante en términos de relevancia internacional; pero ¿a qué costo? Mientras que en territorio nacional la tasa de desempleo ha aumentado, los recursos para los servicios médicos y medicinas han disminuido y las deficiencias en los sistemas de seguridad y justicia han quedado intactas, parece sumamente complicado que los mexicanos lo vean con buenos ojos y den su beneplácito.

En mi opinión, la disyuntiva entre política interior y política exterior se irá agudizando paulatinamente. El gobierno ejecutivo federal debe ser cuidadoso con sus declaraciones, pues dar la imagen de priorizar los asuntos exteriores sobre otros temas de relevancia pueden resultarle bastante caros en términos electorales y de aprobación para que la llamada 4T se perpetúe.

  El Realismo en el análisis.