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Miércoles, 20 Marzo 2019 01:42

90 años del PRI: razones de su decadencia nacional

90 años del PRI: razones de su decadencia nacional Escrito Por :   Héctor Hernández Álvarez

La falta de desarrollo inclusivo y corrupción son las principales causas


 

A propósito del cumpleaños del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ningún otro similar ha logrado tanto. En efecto, después de la Revolución mexicana se convirtió en la única agrupación partidista. Con características pluriclasistas, nacionalistas, institucionalistas y de desarrollo del federalismo. No obstante, en la época contemporánea, muchos de sus integrantes cometieron excesos imperdonables; algunos de los cuales se trataron indudablemente de delitos graves.

 

Con la llamada transición a la democracia y la llegada de Vicente Fox del Partido Acción Nacional a la Presidencia de la República, fue la primera vez que el partido hegemónico resultó desplazado. En efecto, la transición significó la llegada de una nueva ideología al gobierno. Sin embargo, ningún gobierno del partido hegemónico (PRI), ni de la oposición (PAN, PRD) logró acabar con los principales problemas sociales; mismos que generaron en la ciudadanía sentimientos de hartazgo y descontento generalizado.

 

Tales problemas sociales, eran, por supuesto, relativos a la desigualdad; la pobreza en la que se encontraba la mayoría de la población del país; la falta en la impartición de justicia; y por supuesto, la inseguridad. En este sentido, Andrés Manuel López Obrador y su partido de reciente creación, Morena, constituían verdaderamente una alternativa de país. En efecto, los malos manejos de las administraciones pasadas terminaron por fastidiar a la sociedad, especialmente a la base: campesinos y obreros.

 

El desarrollo económico desde un punto de vista neoliberalista, constituyó un enfoque en aumentar el crecimiento económico, beneficiando a las grandes empresas y la industria en general. Debido a esto, durante la última administración priista, la de Enrique Peña Nieto, el periodo neoliberal alcanzó su máximo punto. La reforma energética y de telecomunicaciones permitieron volverse más eficientes, pero ¿a cambio de qué?

 

La última medición de pobreza nacional emitida por la entonces llamada Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y el Coneval, dieron muestra de que la población que vivía en esta condición sólo había disminuido de manera parcial. Actualmente, con alrededor del 43 por ciento de la población en pobreza, no es difícil darse cuenta de por qué la gente se molestó. Los casos de Javier Duarte y el escándalo de la Casa Blanca fueron elementos imperdonables. En efecto, el discurso de Andrés Manuel caía como anillo al dedo: “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”.

 

Ciertamente, habrá que ser cautos al momento de analizar si la política del nuevo gobierno por apoyar a los más necesitados surte el efecto esperado. Aun así, el apoyo social que tiene es incomparable. Se ha convertido en el presidente con el nivel más alto de aprobación en la historia de nuestro país. Con todo esto a favor de Morena, ¿qué se puede esperar del PRI en el futuro?

 

El PRI siempre ha sido un partido pragmático y ha actuado a conveniencia. Puede llegar a ser un partido de izquierda, centro o derecha, según convenga de acuerdo con el panorama nacional. Desde mi punto de vista, no le conviene mantenerse en el espectro de la centroizquierda. Recordemos que, ese es el rango ideológico en el que se encuentra el actual partido predominante.

 

La actualización del PRI debe incluir un cambio radical en su discurso. Está bien preocuparse por la globalización y la modernización de México. Lamentablemente para ellos, ese discurso solamente parece convencer a las clases acomodadas, las cuales no son mayoritarias. Si el PRI quiere dar el efecto fénix (resurgir de las cenizas), deberá arreglárselas por hacer lo que algún día logró: juntar a todas las ideologías, a todas las clases y a todos los intereses, en una especie de órgano defensor del nacionalismo. Paradójicamente, eso es justamente lo que Morena está haciendo.

 

La gloria del viejo PRI parece ser la del actual Morena ¿cómo competirle de tú a tú a este gigante político? La respuesta es incierta. Muchos ex priistas, hoy están con el partido en el gobierno. De ahí surge la interrogante ¿Morena es el nuevo PRI? A lo cual contesto: no. Aunque reúne características que el PRI históricamente ha tenido, sobre todo si consideramos en su actuar histórico, pero ciertamente, Morena está innovando y llevando a cabo acciones contundentes que nunca antes se habían implementado.

 

Por último, es necesario mencionar que la genialidad de los fundadores de Morena es extraordinaria. El PRI parece no tener válvulas de escape suficientes. No le queda más que ajustarse a la actualidad y no bajar la guardia, para que no le pase como al PRD que pareciera, está a punto de desaparecer.

 

  El Realismo en el análisis.

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