De manera arbitraria, el Cabildo destituyó a Fernando Romero de la Contraloría Municipal; su único delito fue haber descubierto un ‘robo hormiga’ de los recursos públicos, nepotismo, abusos de autoridad y opacidad en la licitación de obras en la administración de la alcaldesa Guadalupe Daniel.

Tras ser removido de su cargo,  fue amenazado de muerte vía telefónica en tres ocasiones. "Me decían que ya le baje de huevos, que dejara de estar chingando o me iba a cargar la chingada", expresó.

En conferencia de prensa, el ex funcionario ventiló que la alcaldesa morenista, Guadalupe Daniel, no lo dejó hacer su trabajo y lo despidieron cuando descubrieron que él iba a solicitar información financiera debido a que detectó un faltante importante de dinero.

“Se sabe extraoficialmente que hay una sustracción del recurso, solicité información a Tesorería, Contabilidad, al departamento de Adquisiciones y me negaron la información, pero pude obtener los datos para realizar la supervisión del estado financiero. La semana pasada inicié visitas a unidades administrativas, pedí información a la dirección de Recursos Humanos y que me facilitará la lista de los trabajadores… se rumoraba que había gente cobrando pero no trabajando, empecé a hacer este tipo de trabajo y esto comenzó a molestar”, precisó.

Comentó que sin notificación previa, el pasado lunes lo despojaron de su oficina y desaparecieron dos carpetas con información importante, en la que se ponía en evidencia a la administración de Guadalupe Daniel por nepotista y opaca.

El saqueo a su oficina no concluyó con la desaparición de documentos oficiales que ponían al descubierto un desfalco, pues también le robaron dos escrituras propias, las cuales tenía en su oficina debido a que estaba regularizando sus predios.

Relató que fue hasta el martes por la mañana que el secretario general, Reyes Cotzomi, y el nuevo contralor, Óscar Ramírez, colocaron sellos a su oficina y le impidieron entrar a pesar de que todavía no ha sido había sido notificado de su destitución y de que legalmente la oficina estaba a su cargo.

El ex funcionario recordó que su cargo como contralor municipal de Cuautlancingo fue otorgado como acuerdo político luego de apoyar a Guadalupe Daniel en campaña.

Mencionó que al inicio de la administración, él habló con la alcaldesa y le preguntó si solamente iba a estar al frente de la Contraloría para fingir que trabajaba o si realmente iba a hacer su trabajo, a lo Guadalupe Daniel respondió que hiciera su trabajo, sin embargo, no se lo permitieron.

Evidenció que jamás lo dejaron hacer su trabajo y en varias áreas la alcaldesa Guadalupe Daniel Hernández despidió injustificadamente a los empleados para imponer a sus familiares.

Comentó que a cinco meses de administración jamás conoció la nómina municipal, estados financieros, licitaciones, adjudicaciones de obra y con frecuencia recibía un sinnúmero de quejas ciudadanas en contra de los funcionarios por atropellos y abusos de autoridad.