El aroma a pan, entre incienso y flores de Cempasuchil invade la Ciénega, lugar en donde dieron vida a una gran ofrenda hecha a base de pan de panela, cocido en horno de leña en Tochimilco, Puebla.

Luisa Hernández, esposa del creador de este altar, relató que al tener el oficio de panadero ideó crear una ofrenda con la que esperaran a sus difuntos, es un homenaje para ellos.

“Hace un año se realizó y este año tendemos como un mes, trabajamos el pan aquí para los altares trabaja unas  piezas que se llaman tortas que van adornadas por eso le dio la tentación y le dio la locura de iniciar un altar de pan, es un gusto una satisfacción el poder esperarlos con algo que hacemos”.

Para este altar se utilizaron 3 bultos de harina, 50 piezas de pan, alrededor de 30 figuras diferentes y 16 horas de cocimiento, pero sobre todo mucho cariño, pues con esta ofrenda consideran que muestran a su comunidad que la dedicación para estos altares también se puede manifestar de esta forma.

Por su parte, Heriberto Teles, panadero de oficio desde que era un niño, mencionó que al tener ya la experiencia suficiente y dedicarse a esto desde hace muchos años, pensó en una forma de esperar a sus fieles difuntos, una forma que lo caracterizara.

“Es la misma experiencia de hojaldras y tortas que hacia mi papa hizo darnos idea de cómo ir armando ya con figuras con cierto diseño y sobre eso lo vamos haciendo,  ahorita llevamos dos días así de lleno haciendo las piezas más el tiempo de la base el lugar arreglamos, y en cocimiento  vienen siendo de 15 a 20 minutos cada pieza”.

La creatividad es muy importante para la colocación de este altar fue necesario echar mano de otros aditamentos que pudieran soportar el peso y los diseños.

“Se lleva mucho tiempo mucha calma que no se nos echa a perder la figura si no hay que volver a repetirla, este año estos pequeños pedestales que hubo que hacerlos en una base de tubo forrado de aluminio y ahí sostener la masa y si fue un poquito complicado pero ahí están ya paraditos en su lugar” dijo gustoso don Heriberto.

En Tochimilco también se colocan otros altares monumentales, la peculiaridad es que se forran de papel picado hecho a mano por los artesanos del lugar. Este año se colocarán 50 y estarán instaladas en diversos puntos del municipio, entre ellas cinco dedicadas a migrantes que murieron en la búsqueda del sueño americano.