La historia de la madre e hija aparecidas baleadas en Chietla está llena de intrigas y hay varias líneas de investigación para desentrañar quiénes fueron los responsables de este atroz crimen.
Hace varios años, Isabel llegó a trabajar en el corte de caña razón por la cual le decían zacata, pues así les dicen a las personas que se dedican a esto.
Con el tiempo conoció al que sería el padre de su hija, Mario Díaz, su marido era hijo de una mujer dominante, dueña de tierras donde se cosecha caña de azúcar.
Sin embargo, Mario fue asesinado hace un año, se dice que lo asesinaron unos secuestrados con los que él mismo trabajaba, por lo que se presume hubo una traición, venganza y ajuste de cuentas.
Antes de la muerte de Mario, su madre le había encargado varias tierras. Sin embargo, a pesar de esto Isabel y su hijo siguieron manteniendo un humilde nivel de vida.
Más tarde la suegra de Isabel, es decir la madre de Mario, le pidió cuentas de dichas escrituras, sin embargo, la madre de Mayra se negó.
Está situación acarreó una serie de problemas y disputas dentro del municipio.
Luego del hallazgo de la muerte de la menor, llegaron diversas células de elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), además de los equipos de seguimiento de casos de alto impacto de la FGE.
Luego de un seguimiento de pistas e interrogatorios, los oficiales siguen la pista de un menor de 14 años, conocido como El Gordo o El Oreja Mocha, primo de Mayra. A este adolescente se le había visto portando un arma de fuego calibre 22, justo el calibre con el que mataron a la jovencita Mayra.
Por ahora, el joven, es el principal sospechoso junto con su padre.
Con información de Intolerancia
Staff/ Diario CAMBIO
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