Domingo, 28 de Abril del 2024

Nube tóxica asesina, el monstro creado por Agua de Puebla

Miércoles, 24 Julio 2019 02:18
Nube tóxica asesina, el monstro creado por Agua de Puebla

Integrante del ‘Dale la Cara al Atoyac’, alertó que la nube tóxica nunca se desvanecerá. La empresa tiene que lidiar con desechos de las industrias textiles, industrias de metal mecánica y desechos domésticos de 22 municipios de Puebla y Tlaxcala

Valeria Gallardo

@valery_23



 


La empresa Agua de Puebla es la culpable de la ‘nube asesina’ tóxica que se traga a las personas en Valsequillo, pues las plantas tratadoras de la concesión del agua son insuficientes para limpiar los desechos de las industrias textiles, industrias de metal mecánica y desechos domésticos de 22 municipios de Puebla y Tlaxcala.


En entrevista con CAMBIO, Verónica Mastretta, integrante de ‘Dale la Cara al Atoyac’, alertó que la nube tóxica nunca se desvanecerá debido a los tóxicos y que no hay plantas tratadoras suficientes para limpiar el agua, por lo que recomendó colocar un anuncio de ‘peligro’ en la zona.


“Esas plantas no están diseñadas para tratar todo lo que se le está echando, mucho de las juntas auxiliares, de los diferentes municipios, desechos de descargas clandestinas de las industrias y que no son las plantas que la ciudad requiere, ya que requiere plantas más sofisticadas” enfatizó en entrevista con este medio.


Además, mencionó que los contaminantes principales que se encuentran en la espuma son fosfatos derivados de los detergentes de uso doméstico que una planta de tratamiento no puede digerir, a eso se le suma la descarga de la industria textil y metal mecánico.


“No hay una planta que pueda con esto, ya que las plantas trabajan a base de bacterias que digieren la materia orgánica, pero no te pueden digerir plomo, cadmio, cianuro, todo lo que se encuentra ahí”, aseveró.


La nube tóxica, ubicada en el canal de Valsequillo, en el municipio de Cuautinchan, fue denunciada por la organización Dale la Cara Al Atoyac desde hace seis años, sin embargo, las autoridades no han hecho nada para evitar que siga creciendo la contaminación en el río Atoyac.


“No se nos ocurrió decirles, por ejemplo, a Protección Civil esta espuma es de riesgo, ya que ahí murió el perro de un compañero que está en el consejo, retrató la espuma y uno de sus perros se metió a la espuma y jamás salió”.


La ambientalista comentó desde que sucedió eso, “lo han presentado a los diferentes candidatos y gente de gobierno que nos hemos reunido, esa masa de espuma ya la habíamos reportado, pero no dimensionamos que está sobre el canal, y el canal está totalmente cubierto por la espuma y si te vas ahí, te mueres”.


Por lo que sentenció que no hay solución para quitar la nube tóxica, “desgraciadamente un problema del agua requiere para su solución de degrabilidad, de energía, de presupuesto, nos va a llevar tiempo, años, revertir todo esto”, y lo único que se puede hacer es poner un señalamiento para no acercarse al canal.


Tampoco sirven los barcos de Gali


Además, mencionó que los barcos no van a limpiar Valsequillo, “esto es imposible limpiar la espuma, y decir que dos barquitos van a quitar la contaminación de desechos de más de cinco mil empresas, entre ellas textiles y metal mecánico, es invitarlos que contaminen, es algo que no se debe decir porque no es verdad, ya que son barcos que se usan en pantanos y resanamiento final, pero no es una solución”


Cabe señalar que estos barcos tuvieron una inversión de 200 millones de pesos para recuperar la laguna de Valsequillo, inyectar ozono y limpiar el lirio acuático, en la administración del ex gobernador José Antonio Gali Fayad; en julio de 2018, Rodrigo Riestra Piña, el entonces secretario de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial propuso la compra de tres barquitos. 


¿Qué es la es la espuma?


Verónica Mastretta explicó que la espuma es una masa espesa atractiva e imponente que se va moviendo y tal vez ese fue el motivo que provoco que Juan Ignacio, el pasado domingo, quisiera tomarse una foto, pero desapareció en unos instantes en la densa espuma.


Cabe destacar que el pasado domingo, Juan Ignacio de 32 años de edad, quiso tomarse una foto de la densa espuma, pero cuando su acompañante se propuso a realizar la instantánea, perdió de vista al joven y desde entonces continúa desaparecido; las posibilidades de encontrarlo con vida son nulas.

archivo historico