Amparados por las lagunas en el reglamento institucional de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el ambulantaje dentro de las distintas facultades de la institución ha ido creciendo de manera exponencial y solapado por la administración universitaria, incluso cafeterías de los mismos planteles han tenido que cerrar.

De acuerdo con el ambiguo Reglamento de Requisitos y Procedimientos para para la Admisión, Permanencias y Trayectoria académica de los alumnos de la BUAP, en el capítulo II titulado “De las Obligaciones”, en el Artículo 28 detalla que los alumnos deberán evitar el uso de espacios de esparcimiento y aprendizajes para actividades ajenas a la universidad o que interrumpan las labores de docentes y alumnos, sin embargo este no refiere que los estudiantes no pueden comercializar productos de cualquier tipo dentro de sus respectivas facultades.

CAMBIO pudo constatar en un recorrido realizado en facultades y preparatorias de la universidad que Psicología, Administración e Ingeniería Química son los planteles que más vendedores tienen, en contraste con Filosofía y Letras y las facultades del área de la Salud que no tienen un solo vendedor.

En Psicología hay hasta una empresaria que vende por catálogo

En este sentido, en la facultad de Psicología, de acuerdo con la opinión de una vendedora, hay una estudiante que incluso tiene a otros alumnos trabajando para ella, distribuyendo sus productos, entre ellos maquillaje, calzado y lencería para dama, situación que ha provocado que la cafetería de este plantel tuviera que cerrar.

Además, fuentes cercanas a esta casa editorial detallaron que los vendedores han presentado oficios para solicitar permiso al director de la facultad de Psicología, Vicente Martínez Valdés, para poder comercializar su productos, en este permiso los alumnos tienen que especificar qué productos venderán y qué costo.

Asimismo, comentaron que son alrededor de ocho vendedores que recorren las aulas del edificio ubicado en el Barrio de Analco ofreciendo sus productos, cabe destacar que también denunciaron que los ambulantes establecidos en el exterior de la facultad obstruyen la entrada al estacionamiento del plantel y esto provoca que los alumnos estacionen sus automóviles calles antes de la facultad, aunque se han reportado robos de autopartes.

“Aquí venden lo que son dulces, pan, todo lo que respecta a alimentos, también las mismas personas venden por catálogo lencería, zapatos y maquillaje, y pues las alumnas son las que compran ese tipo de productos”, relataron a CAMBIO.

Administración e Ingeniería Química, invadidos de ambulantes

En tanto, las facultades de Administración e Ingeniería Química ubicadas dentro de Ciudad Universitaria son los que más número de ambulantes universitarios tienen, la mayoría con permisos de la Dirección de Acompañamiento y Servicios Universitarios.

En el caso de la facultad de Administración, al menos 12 vendedores se han instalado en el corredor que divide esta facultad con la de Derecho y Ciencias Políticas, la mayoría de estos, de acuerdo con un comerciante universitario, tienen el permiso de DASU y de la dirección del plantel, además de que 10 de estos son atendidos por alumnos mientras que dos por familiares de estudiantes.

El pasado 10 de septiembre, alumnos de la BUAP señalaron a CAMBIO que los ambulantes en determinadas horas obstruyen el paso de los alumnos y que estos puestos dan un mal aspecto a la institución.

Por su parte, en la facultad de Ingeniería Química se han instalado alrededor de 10 vendedores, mismos que de acuerdo con un comerciante tienen permiso con la condición de no obstruir el paso a los estudiantes.

Estos comercializan productos misceláneos, alimentos, botana, postres, desayunos, jugos, dulces y artículos de papelería, en este caso todos los puestos son administrados por los mismos estudiantes que comercializan sus productos en horas libres.

Área de la Salud y Lenguas, sin ambulantes

En contraste, las facultades que integran las carreras del área de la Salud no tienen un sólo vendedor al interior de los planteles de Medicina, Estomatología y Enfermería, ubicadas en la zona de Volcanes, entre la 31 Poniente y la 13 Sur.

Esta casa editorial recorrió estas facultades y se pudo constatar que en ninguno de estos tres planteles hay vendedores universitarios, sin embargo, en las zonas aledañas a estos planteles hay cerca de 20 puestos de comercio informal, mismos que comercializan alimentos, libros, dulces, ropa, calzado y artículos misceláneos. Cabe resaltar que el rector Alfonso Esparza hace unos días denunció que el incremento de ambulantaje ha generado mayor inseguridad en los alumnos universitarios.

En tanto, la facultad de Lenguas ubicada en la colonia Humboldt también destaca al no tener ningún ambulante dentro de sus instalaciones, esto debido a que la cafetería de este plantel comercializa productos a precios accesibles, además hay máquinas dispensadoras de productos misceláneos.

Las preparatorias Lázaro Cárdenas y Emiliano Zapata, y las facultades de Filosofía y Letras, Contaduría, Cultura Física, Economía, Física y Arquitectura también se mantienen libres de comercio informal dentro de las instalaciones.

Vendedores discretos en el campus Atlixcayotl

Las facultades de Artes y Comunicación ubicadas en la zona del Complejo Cultural Universitario mantienen en conjunto a alrededor de 15 vendedores, cabe destacar que comercializan sus productos de manera ‘discreta’, es decir, en cambios de clase horas libres, además se mantienen itinerantes dentro de las instalaciones de sus respectivas facultades.

En Artes, ubicada en la avenida Cúmulo de Virgo a altura del río Atoyac, se comercializan aparte de alimentos y dulces, calcetas y shorts debido a que la facultad de Etnocoreologia se encuentra ubicada en esta zona.

Mientras que en Comunicación los vendedores ofrecen alimentos, desayunos, dulces, botana, postres y cigarros.

Cabe resaltar que hace aproximadamente un año la BUAP por órdenes del rector retiró a todos los alumnos que vendieran cualquier producto dentro de las instalaciones universitarias a razón de que no estaba permitido según el reglamento, aunque nunca presentaron un oficio o las normas donde se detalla esto, sin embargo con el correr de los meses fueron regresando a comercializar productos en la mayoría de las facultades de la BUAP.