A cinco meses, el gobierno municipal fracasó en su intento de mantener la ‘playa de Amalucan’ limpia y lista para ser utilizada por los poblanos, pues el periodo vacacional ya inició y el ojo del agua está cerrado al público.

En marzo fue reabierta para los poblanos por Semana Santa, y ahora,  después de cinco meses, el color del agua es verde, por lo que el Ayuntamiento de Puebla realiza mantenimiento al ojo del agua. Según un guardia de seguridad, esperan que para la próxima semana se encuentre en óptimas condiciones para a los visitantes.

En un recorrido realizado por CAMBIO, se pudo constatar que no había ningún tipo de señalética o letrero que anuncie que no está permitido hacer uso de la playa, por lo que los vigilantes de la zona se acercaban a los asistentes para mencionarles que se encontraba en mantenimiento.

Además de esto, fue notable la contaminación del agua: aparte del color verde que tiene, se pudo apreciar basura y también desprende un hedor desagradable, por lo que la gente decidió no acercarse a esa zona específica.

Pese a esto, decenas de familias poblanas asistieron el día de ayer e hicieron uso de los distintos espacios que ofrece el Parque del Cerro de Amalucan, como asadores y el mirador, además de que los niños disfrutaron de las distintas zonas recreativas para ellos.

‘Amalucan Beach’ fue inaugurada en julio del año pasado, cuando registró una asistencia de más de 22 mil personas durante sus primeros días abierto, pero fue cerrada temporalmente a las pocas semanas por el exceso de basura dentro de la playa y en los alrededores del lugar, semanas más tarde se abrió de nuevo al público durante un periodo.

Por otra parte, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad del Ayuntamiento de Puebla, en diciembre cerró nuevamente el ojo de agua para realizar nuevos trabajos de tratamiento y somatización del agua, por lo que restringió el acceso.

En este 2019, la playa de nuevo fue abierta al público durante el periodo de Semana Santa, y en esta ocasión para tener un mayor control con respecto a las veces anteriores, se permitía el ingreso solamente a 150 personas durante 90 minutos, por lo que la ciudadanía poblana tenía que hacer fila para poder darse un chapuzón.

Sin embargo, luego de ese periodo la playa registró una baja de asistencia, que posteriormente disminuyó más por el cierre parcial de la misma hasta la fecha.