Víctor Sánchez Espinosa, señaló que a pesar de los abusos sexuales en los que se han visto involucrados sacerdotes y miembros de la iglesia católica, los casos se dan en menor porcentaje que los ocurridos al interior de las familias.

"Estamos haciendo un esfuerzo por denunciar estos hechos cuando se presentan. Sí quiero decirles que son casos muy dolorosos, muy tristes, pero que aún así son mínimos en comparación con todos los casos de abusos en otros sectores, en las familias", señaló tras la misa dominical.

Además señaló que el Papa Francisco ha  ordenado no solapar estos casos, que representan un 3 por ciento del total de abusos contra menores.

"La exigencia del santo padre me parece muy buena, la exigencia con nosotros mismos, con los obispos, para que afrontemos y la iglesia católica es la única que está afrontando esta situación con responsabilidad", dijo.

Las declaraciones del arzobispo se dieron tras la publicación de un reporte de la Congregación de Los Legionarios de Cristo, en el que admitían que 175 menores de edad fueron víctimas de abusos sexuales por parte de 33 de sus sacerdotes, desde el año 1941. Además, 60 de esos niños fueron víctimas del fundador, Marcial Maciel.

El último caso registrado en Puebla data del mes de noviembre cuando una menor denunció ante la Fiscalía General de Estado (FGE) que un sacerdote de San Francisco Ocotlán había abusado de ella, situación por la que el sacerdote fue separado de su cargo y se mantiene bajo investigación.