La reforma a la Ley de Agua del Estado de Puebla que plantea la prohibición del corte del servicio de agua potable y alcantarillado para terminar con el ‘terrorismo fecal’ realizado por la empresa Agua de Puebla, presentada por los diputados Nora Merino Escamilla y Gabriel Biestro Medinilla, será subida al Pleno para someterla a votación a finales de febrero.

La iniciativa de los diputados morenistas plantea que los domicilios que tengan un consumo menor a 300 litros diarios y cuenten con adeudos, sus servicios de agua potable y drenaje no podrán ser cortados pero seguirán teniendo el adeudo establecido; también se prohíbe el uso de la fuerza pública para realizar los cortes del servicio.

En entrevista, la diputada Nora Merino anunció que la iniciativa sufrió modificaciones entre las que se encuentran el aumento de los litros cúbicos diarios que puedan usar los domicilios de 300 a 500; además algunos conceptos fueron modificados para englobar a más beneficiados, pero delimitando que las empresas no puedan entrar en las especificaciones. 

“La cantidad de agua que era de 300 (litros cúbicos) ahora se subirá a 500 y también le vamos a cambiar el uso, teníamos la palabra doméstico, podría tener ciertas implicaciones, entonces vamos a cambiarlo, algunos conceptos, para hacer un panorama más amplio de beneficiados de esto, pero también dejar muy claras las delimitaciones”, aseguró la diputada Nora Merino Escamilla.

La próxima semana las reformas serán presentadas y debatidas en la Comisión de Medio Ambiente, por lo que se espera que sea en la última semana de febrero se turne la iniciativa al Pleno para ser sometida a votación y, en caso de ser aprobada, publicarla en el Periódico Oficial.

La iniciativa fue aprobada por unanimidad en la Comisión de Medio Ambiente el pasado 28 de noviembre de 2019, pero durante la sesión del Pleno donde se iba a votar para ser publicada en el Periódico Oficial, una manifestación de aproximadamente 30 quejosos buscó interrumpir en el Congreso para evitar que fuese efectuada.

La sesión fue un caos pues el diputado Héctor Alonso Granados se comportó como un mandril y agredió a personal de seguridad del Congreso para hacer pasar a una comisión de los manifestantes al Pleno, al entrar al recinto encaró a Gabriel Biestro Medinilla provocando que el punto de acuerdo para la prohibición del corte del servicio de agua potable y alcantarillado fuera bajado de la orden del día.