Los precios de los combustibles se ‘dispararon’ hasta en un 10 por ciento durante el último año, a pesar de la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de que los precios se estabilizarían.

De acuerdo con los reportes mensuales de los precios promedios de los combustibles, publicados en la página de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el precio del diésel es el que más se ha elevado en el último año.

Esto debido a que en junio de 2018 un litro de dicho combustible se comercializaba en 18.85 pesos, sin embargo, éste tuvo un incremento de 1.92 pesos al colocarse en 20.74 pesos, traduciéndose en un aumento del 10.2 por ciento.

La gasolina Premium también elevó sus precios, al aumentar un 6.2 por ciento durante el último año, esto debido a que en junio del año pasado su costo era de 19.34 pesos, sin embargo, en los últimos doce meses tuvo un aumento de 1.18 pesos, pues llegó a un precio promedio de 20.52 pesos.

Respecto al litro de gasolina Magna, el aumento fue de 1.13 pesos, al pasar de comercializarse en 18.02 pesos en junio del 2018 a tener un precio de 19.15 pesos al cierre del mismo mes de este año.

Inclusive los costos de los combustibles tuvieron pequeños aumentos durante el primer semestre de este año a pesar de los altibajos que han tenido bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador.

En enero de este año, el litro de Premium en Puebla tenía un precio de 20.11 pesos, sin embargo para junio éste se vendió en 20.52 pesos, es decir, su costo aumentó en un 2.03 por ciento.

En el caso de la Magna, su costo a principio de este año fue de 18.86 pesos, sin embargo al concluir el primer semestre del año, se elevó hasta los 19.15 pesos, con una alza del 1.53 por ciento.

Para el litro de Diésel, el aumento fue del 1.26 por ciento, toda vez que arrancó el año con un costo de 20.48 pesos y cerró la primera mitad del año con costo de venta al público de 20.74 pesos.

Una de las principales promesas del presidente López Obrador fue que los precios de la gasolina no se elevarían más, sino al contrario, irían disminuyendo paulatinamente para no afectar la economía de los poblanos.