Ocho meses han pasado ya desde que feneció el convenio de colaboración con el Gobierno del Estado mediante el que se les permitía hacer uso de las instalaciones del Patio de los Azulejos, sin embargo, Smart City, cual ‘paracaidista’, sigue haciendo uso de las instalaciones de este inmueble histórico para realizar sus actividades operativas.

El pasado martes, CAMBIO acudió al inmueble ubicado en la 11 poniente 108 en el centro de la capital del estado, mejor conocido como El Patio de los Azulejos, donde se pudo constatar que personal de Smart City continúa laborando en el lugar pese a que desde el 30 de noviembre de 2018 concluyó el convenio de colaboración en el que se autorizaba a dicha organización utilizar este edificio catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia como ‘Monumento Histórico’.       

Aunque durante el recorrido realizado por esta casa editorial por el Patio de los Azulejos se pudo observar personal laborando al interior de las oficinas de Smart City, ninguno de los trabajadores de esta organización dio la cara ante los representantes de este medio de comunicación.

Al llegar al lugar, el personal de CAMBIO fue atendido por un hombre que se acreditó como el encargado de cuidar el lugar, quien aseguró no tener conocimiento alguno de las labores realizadas por las personas que se encontraban laborando en las oficinas ubicadas al interior del Patio de los Azulejos.

El hombre en cuestión, quien permitió el acceso a este reportero para recorrer el lugar, además dijo desconocer por completo la empresa u organización que ocupa el inmueble ubicado a unas cuantas calles del primer cuadro del Centro Histórico de la capital poblana.

Durante dicho recorrido por las instalaciones de este inmueble, se pudieron contabilizar al menos 12 personas laborando en este lugar otorgado durante 2018 por la administración de Antonio Gali Fayad a la organización Smart City para instalar su sede en la entidad poblana.

Sin embargo, ninguno de los empleados de dicha organización quiso dar opinión alguna respecto de las labores que ahí realizan o el nombre de la empresa para la que trabajan, incluso durante la visita realizada por esta casa editorial, las luces de las oficinas fueron apagadas para que no se pudiera observar de manera clara hacia el interior de las mismas.