El rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Alfonso Esparza Ortiz, hizo ‘negocios particulares’ con su propia hija, Luza Esparza, a través del equipo de futbol Lobos, acusó Javier Coello Trejo, apoderado de la empresa Garden Teas de México.

En entrevista con Milenio TV, el representante legal de Mario Mendívil Blanco señaló que Esparza Ortiz violó “explícitamente” los reglamentos de la universidad al utilizar los recursos de ésta para complacer el ‘juguetito’ de Luza Esparza, quien fungió como presidenta de Lobos BUAP.

El pasado miércoles, Coello Trejo acudió a las instalaciones de la Fiscalía Anticorrupción para ratificar la denuncia en contra del rector de la universidad, Alfonso Esparza, luego de realizar una auditoría de los estados financieros del club Lobos tras la venta el equipo a Mario Mendívil, quien aportó 120 millones de pesos para salvar al equipo del descenso.

“La universidad hasta 2017 le transfiere a Lobos BUAP, una asociación civil, cuya presidenta era la hija del rector, 464 millones de pesos; obviamente están las transferencias, está el dinero que sale de la BUAP, la universidad”, dijo el representante legal asegurando que la empresa no puede cargar con un problema ‘tan grande’ como la transferencia de recursos universitarios al equipo de Lobos.

Por esta situación, aseguró que Garden Teas presentó la denuncia por hechos ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Fiscalía General del Estado (FGE) porque la empresa no puede cargar con un detrimento en contra de la Comunidad Universitaria.

“El mismo reglamento de la universidad tiene estrictamente prohibido el rector participar en negocios particulares con sus descendientes, no pueden hacer eso. Tampoco pueden transportar dinero de la universidad a la cuenta de una sociedad, una AC que no tiene nada que ver con la universidad”, explicó el abogado.

De acuerdo con el Estatuto Orgánico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en el Capítulo Segundo de “Las Causas de Responsabilidades y Sanciones”, se determina como una causa grave el uso de recursos de la Universidad para fines ajenos a lo destinado.

“Artículo 150.- Es causa grave de responsabilidad la utilización del patrimonio universitario para fines ajenos a los que está destinado o los daños al mismo”, por lo que de encontrarse culpable, el Consejo Universitario estaría obligado en sancionar a Esparza por las irregularidades en torno al equipo licántropo.