La diputada Mónica Rodríguez Della Vecchia consideró violencia política de género que los movimientos al interior del partido sean por ‘ser las esposas de’, ya que dentro del partido han sabido ganar su lugar a base de resultados; mientras que la dirigente estatal, Genoveva Huerta Villegas, sentenció que los panistas deberán adaptarse a los cambios y salir de su ‘zona de confort’.

Huerta Villegas advirtió a los panistas que estos no serán los únicos cambios que enfrente el partido de cara al proceso electoral intermedio del 2021, a pesar de que estos puedan generar confusión entre los panistas.

“Lo que queremos es mejorar el rendimiento, por eso necesitamos salir de nuestra zona de confort y modificar nuestro esquema de funcionamiento interno. Aquellos que piensan en la división están equivocados. Confío en que después de esto saldremos más unidos”, dijo la dirigente estatal a través de un posicionamiento general de los temas que han acontecido en los últimos días.

Por su parte, la aún coordinadora de la bancada del PAN en el Congreso, Mónica Rodríguez, consideró que en caso de ser ciertos los señalamientos de que los desplazamientos al interior del partido se han dado para atacar a los maridos de las panistas, se debe considerar como violencia de género.

“No tiene que ver de quién seas esposa de alguien, sería violencia política de género decir que porque somos esposas de alguien; de entrada somos mujeres y damos nuestros propios resultados”, dijo la diputada panista.

Esto con respecto al despido injustificado de Amparo Acuña Figueroa, ex presidenta de la Secretaría de Promoción Política de la Mujer del PAN, y a la remoción de la coordinación de la bancada de Rodríguez Della Vecchia, quien también es esposa de Pablo Rodríguez Regordosa, quienes han sido víctimas de la imposición de la presidenta estatal por supuestos conflictos con sus maridos.