Martes, 07 de Mayo del 2024
Cúpula

La campaña como tal arrancó el domingo 6 de mayo. Ahora sí los adversarios se pusieron los guantes y comenzó la puja. Fue Enrique Doger Guerrero el encargado de soltar el primer golpe sobre su rival de Morena. El puñetazo fue demoledor.

Su postura es de sobra conocida; sus enfoques, sarcasmos y bravuconadas siempre están dirigidas a denostar a López Obrador. El llamado columnista tiene una función monotemática, sus publicaciones son –de una u otra forma−  una defensa de la gestión de Felipe Calderón y una descalificación a las aspiraciones de Andrés Manuel. Sin embargo su fobia lo llevó a un punto límite.

Todas las mediciones, encuestas y sondeos lo ratifican; la caída de José Antonio Meade es incontenible. El candidato priista va en una picada imparable. Luego del debate, el descenso fue aún más significativo. A estas alturas del partido, a 57 días de elección, los analistas de primer nivel, la gran cofradía de la ‘comentocracia’, la élite empresarial, pero sobre todo la ‘nomemklatura’ priista saben que es poco lo que se puede hacer.  El PRI perderá la elección presidencial.

El formal arranque de campaña de Miguel Barbosa fue acompañado de López Obrador; el evento en Tepeaca fue un despliegue de la capacidad de convocatoria que tiene el candidato presidencial de Morena. Como sucede, de punta a punta del país, AMLO abarrota plazas y calles. Sólo que en Tepeaca el tenor del discurso, los argumentos, los señalamientos fueron excesivamente acres.

En unos días habrá de arrancar formalmente la contienda por la gubernatura de Puebla. Es claro que esta puja será un choque de dos fuerzas titánicas. Y aunque en esta entrega citamos los nombres de Martha Erika Alonso y Miguel Barbosa Huerta, la realidad es que la señora representa un dique, mismo que construyó su esposo. En tanto que Barbosa tampoco se representa a sí mismo, sino a la ola nacional que se llama López Obrador.

Los números varían, fluctúan. Cada empresa encuestadora trae sus propias cifras. Puntos más, puntos menos, todas reflejan la supremacía de López Obrador, el segundo lugar de Anaya y el desplome de Meade. Pero todas esas casas aseguran que aún hay un número considerable de ‘indecisos’. Mexicanos con credencial en mano que todavía no saben por quién van a votar el primero de julio. Ese grupo puede alcanzar hasta el 14 por ciento de la población electora. Esos millones de connacionales fueron a los que nadie pudo convencer en el debate.

Como en el año 1910, en la Puebla de 2018 se está gestando, incubando un nuevo alzamiento, una insurrección, un movimiento social de consecuencias que no se pueden prever, ni calcular. Pocos espacios periodísticos han dado cobertura a este movimiento social que va desde la Sierra Norte hasta la Sierra Negra, de punta a punta de la entidad.

Los hechos se hicieron virales en cuestión de segundos; en un par de minutos las redes sociales se inundaron con la noticia de una balacera en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla. Desde un primer momento se intuía la presencia de grupos delincuenciales; la violencia extrema, la rapidez, el despliegue criminal obedecía estrictamente a una célula del hampa organizada. No fueron muy lejos; también en segundos se desplegó un cerco, un cinturón policiaco que protege el corazón de la ciudad de Puebla. Los sicarios fueron detenidos con todo el rigor de un escrupuloso ejercicio policiaco.

En las aguas turbulentas de este proceso electoral algunos barcos son cruceros cuya fuerza arrastra a flotas enteras; en tanto que otras embarcaciones son verdaderos lastres, rémoras.

Socialmente el tema es el más sensible, el más delicado. Desde siempre la sociedad mexicana ha sido inflexible cuando se refiere a temas que atañen a la seguridad e integridad de las familias. Otros como la corrupción, la carestía, inflación, falta de empleo, pasan a segundo término cuando a seguridad se refiere. El pueblo puede perdonar todo menos la criminalidad que azota a su colonia o a su población.

En el México contemporáneo pocas campañas presidenciales iniciaron con una ventaja de este calado. Tan solo de arranque, López Obrador lleva una preeminencia que parece imbatible. El reto de Ricardo Anaya será acortar este margen; en tanto que el desafío de Meade será bajar a Anaya para colocarse en segunda posición y desde ahí operar el mayor fraude electoral que se haya visto en este país.

Desde su surgimiento han mostrado una evolución constante, expansiva, incontenible. El Cártel Jalisco Nueva Generación es la organización criminal del sexenio. Existen indicios de sus reacomodos en la administración de Felipe Calderón, pero nunca crecieron como ahora.

La nota de este fin de semana fue la protesta de un grupo de militantes de Morena que acusan imposiciones de candidatos que surgen en medio de designaciones atropelladas.  El asunto se puede inscribir dentro de la efervescencia normal y natural de estos procesos preelectorales. Pero el tema de fondo es que muchos de aquellos que se expresaron en un acto público son figuras que están relacionadas con Fernando Manzanilla Prieto.

La aceptación de la candidatura de Margarita Zavala como candidata independiente es la demostración palpable del ‘marranero’ que se está preparando dentro del Instituto Nacional Electoral.

En este momento se hace obligado recordar aquella campaña presidencial de 2012. Peña Nieto estaba en entrevista con Carmen Aristegui cuando fue advertido: ‘Vas a la Ibero y ya te están esperando con máscaras de Salinas’. El abanderado de telenovela nunca entendió la magnitud del desastre que se avecinaba. Aquella explosión juvenil en la Universidad Iberoamericana Campus Santa Fe fue la marca fatídica que habría de perseguirlo durante toda la campaña. Fue un proceso electoral desastroso que desembocó en un gobierno igualmente desastroso.

Hace unos meses en esta Cúpula apuntamos la frase: para mantener el poder en 2018, el priismo de Peña Nieto no guardará las formas, ni le interesa guardarlas. El tiempo nos vuelve a dar la razón. Esto es exactamente lo que sucede con la refriega y persecución que se ha desatado en contra de Ricardo Anaya Cortés para bajarlo de la segunda posición.