Rubén Gil hizo llover dólares en Izúcar


El narcoalcalde emuló a los capos de los cárteles mexicanos


Entre las peculiaridades de Gil se encuentra su fascinación por la religión católica, cuyos templos gozaron de generosas donaciones de dinero. Una caja de ahorro, un racho y una empresa receptora de remesas Fast Money figuran entre sus propiedades


Selene Ríos Andraca / Izúcar de Matamoros / Enviada

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Rubén Gil Campos, alias “El Gavilán”, era tan rico que hacía llover dinero del cielo, al más puro estilo del “Chapo” Guzmán y los hermanos Arellano Félix.

 

En plena campaña a la alcaldía por Izúcar de Matamoros, fue invitado como padrino de bautizo del hijo del entonces director de Seguridad Pública del municipio, Ignacio Espinoza y en vez de lazar el bolo de manera tradicional, el narcoalcalde contrató una máquina para lanzar confeti, pero en lugar de papeles de colores, billetes de uno a diez dólares hicieron la delicia de los asistentes.


Literalmente, por la mano dadivosa del entonces candidato priista a la alcaldía, llovió dinero en el suelo de Izúcar de Matamoros en agosto del año pasado. Ése, y no otro, es el primer alcalde en la historia de México en ser detenido en Estados Unidos por narcotraficante.


Políticos de Izúcar de Matamoros confiaron a Cambio los detalles más extravagantes de Gil Campos, pero pidieron la gracia del anonimato por temor a que la gente del edil con licencia tome represalias en su contra.


Entre las peculiaridades de Gil, que en nada se diferencian a las características tradicionales de los capos mexicanos, se encuentra su fascinación por la religión católica, cuyos templos gozaron de generosas donaciones de dinero desde que Gil Campos decidió dejar Estados Unidos para volver a su patria.


Asimismo, Cambio hizo un recorrido por Izúcar para conocer las propiedades de Gil Campos: su caja de ahorro, su rancho “La Tronconera”, su empresa receptora de remesas Fast Money, la residencia que habita y la que hasta noviembre fue su casa de campaña y actualmente es su casa de gestión, donde curiosamente, se aloja a la sede regional de la Procuraduría General de la República (PGR).


Éste es Gil Campos, líder migrante en Los Ángeles, California; amigo y cómplice de Carlos Olamendi Torres, Alto Comisionado del Migrante Poblano; fundador de Casa Puebla en California; hijo del ex edil de Tepeojuma; prominente priista de La Mixteca y ahijado político de Jorge Estefan Chidiac, Javier López Zavala y Roberto Marín Torres.

La lluvia de dólares


La fiesta del derroche fue semanas después de que el Revolucionario Institucional le entregara la constancia de candidato a presidente municipal por Izúcar de Matamoros y días después de que iniciaran las campañas para el proceso electoral de 2007.


La generosidad del “empresario” migrante, quien además de trasladar mudanzas en Los Ángeles, California, trasladaba cocaína pura y de la buena en sus camionetas de la empresa Gil Moving & Storage, no se limitó a provocar la lluvia de dólares, sino que entregó a cada uno de los 400 invitados una hermosa botella de tequila Don Ramón, con su nombre grabado y por supuesto, el del ahijado.


Algunos invitados al bautizo del hijo de Ignacio Espinoza aún tienen en sus repisas o alacenas la hermosa botella que regaló Rubén Gil, quien no desaprovechó la fiesta para retribuirle a sus electores unos cuantos pesitos.


A decir de fuentes confiables que viven en Izúcar, ninguna mesa del salón de fiestas se quedó sin su respectivo bolo.
Gil Campos, el ahijado y el padre recorrieron el salón con cañón de confeti en mano y pasaron a cada una de las 40 mesas a disparar los billetes verdes.


“Yo me espanté cuando la gente gritaba eufórica después del cañonazo, hasta que me di cuenta de que no era papel china o crepé, sino dólares. Hechos bolitas, volaban en las mesas. Llovían dólares y ya sabrás, la gente emocionadísima”, relató un distinguido izucareño.

 

Gil Campos y PGR comparten edificio


En la calle 5 de Mayo luce una fachada que contrasta con las pequeñas y humildes casas de la zona. Es un gran arco con pedestales de ladrillo barnizado. No, no se trata de la entrada de un hotel-concepto de lujo, ni de una boutique de Los Ángeles.


Solamente es la entrada a la casa de gestión del Ayuntamiento de Izúcar, la que hasta hace unos meses fue la casa de campaña y donde curiosamente se encuentra la sede regional de la Procuraduría General de Justicia.


Sí, una oficina federal comparte estacionamiento con una oficina municipal, propiedad de un particular detenido desde la semana pasada en Los Ángeles, California por los supuestos delitos de conspiración contra Estados Unidos y narcotráfico.


El terreno tiene hasta el momento en obra negra unos 15 locales para negocios u oficinas.


Y se encuentra estacionada una suburban pequeña color blanca con placas de California BAR1857, entre otros automóviles.


Y fueron elementos de la PGR los que reclamaron al fotógrafo Ulises Ruiz y a la reportera por tomar fotos del lugar.

 

La Tronconera


“La Tronconera” es el nombre del rancho que adquirió Gil Campos por un millón 200 mil pesos cuando regresó a México. La ubicación es bastante buena, aseguraron los vecinos del lugar. Se encuentra junto al rancho “Los Juanitos” y se ingresa por la carretera federal de Atencingo.


A unos 10 minutos del primer cuadro de Izúcar y a escasos cinco minutos de la plaza comercial del municipio, donde ya se instaló una Bodega Aurrerá, una tienda Viana y un Italian Coffee.

 

La residencia del rancho está en decadencia y abandonada. Nadie habita la casa, tal parece, pues el portón de la entrada está cerrado con cadenas y candados.


Las ventanas que se ven están rotas y la pintura de las paredes completamente desgastada.


En las bardas laterales luce un letrero enorme: “La Tronconera” sobre unas paredes que hace años fueron azules.
Las tierras están labradas y sembradas, además de custodiadas por campesinos.


Más de 40 cabezas de vaca se miran al interior del terreno de Gil Campos, más un pastor que las acompaña.

 

La casa de Gil Campos

 

Sobre la calle Hidalgo, casi esquina con la carretera federal a Acatlán de Osorio está la casa del presidente municipal de Izúcar de Matamoros.


Es una residencia y contrasta abismalmente con la arquitectura de las casas vecinas.


Es la casa de la suegra de Gil Campos, donde vivía habitualmente su esposa. La casa, como la del rancho, está abandonada.


El jardín delantero está empolvado y la sequía se está apoderando de las flores y las macetas.


No se ve ningún movimiento al interior de la residencia. Hay polvo en la entrada, en la puerta y hasta en el timbre.


“Hace días que no vemos a nadie, ni a la rubia, la esposa del presi, no es por darle una mala razón pero dicen que está preso allá en el otro lado, por un asunto malo… de esos… de drogas”, comentó una vecina del lugar.

 

Los detalles extravagantes


Hace días, antes de que Gil Campos solicitara licencia para ausentarse del cargo por tres días, el presidente municipal viajó, como siempre con guaruras y elementos de Seguridad Pública Municipal a su alrededor, a la junta auxiliar de Ayutla, donde presenció un juego de beisbol.


Todo marchaba en calma hasta que unos pobladores abuchearon al ahijado político de López Zavala, Roberto Marín y Jorge Estefan Chidiac.


La respuesta de Gil no se hizo esperar, los elementos de la Policía Municipal comenzaron a amedrentar a los manifestantes y el presidente auxiliar de Ayutla se inconformó con la medida represiva. En respuesta, Gil Campos le mentó la madre a la autoridad auxiliar y se retiró del estadio con sus guaruras y sus elementos de Seguridad Pública.

 


 
 
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