Lunes, 14 de Octubre del 2024

El CAMBIO de hoy me gusta y me disgusta porque son muy obsesivos: Mejía

Jueves, 20 Diciembre 2018 01:16
El CAMBIO de hoy me gusta y me disgusta porque son muy obsesivos: Mejía

Mario Alberto Mejía, el tercer director editorial de CAMBIO, asegura que al día de hoy el periódico que dirigió de 2004 a 2007 le genera sentimientos encontrados, ya que “le gusta y no le gusta” pues dice que somos muy obsesivos con la información.

Paulina Cataño

@PaulinaCatano



 


—Tercera parte—


 


El periodista Mario Alberto Mejía celebra el 40 Aniversario de CAMBIO describiéndolo como ‘obsesivo’, porque siempre los que trabajan en este medio, quieren ir al fondo de la noticia. Aunque, también recrimina que a veces es un poco sangriento.


“Me gusta cuando son obsesivos porque no les gusta perder una nota porque se van al fondo. No me gusta cuando se vuelve un espectáculo de circo, cuando aparecen los ‘pastelazos’ y se imponen sobre información. Tengo emociones encontradas con CAMBIO: me gusta y no me gusta. A veces me gusta mucho y a veces lo veo con demasiada sangre”, dice en entrevista para este medio.


Una vez que Fernando Crisanto dejó la subdirección de este medio para sumarse al proyecto de Milenio Puebla, Mario Alberto Mejía tomó el timón, un periodista que ya era de la casa. En 2004 dejó Intolerancia Diario para iniciar un nuevo proyecto en CAMBIO como director, pero no llegó sólo, con él arribaron Arturo Rueda y Héctor Hugo Cruz Salazar, hoy pilares de este periódico, así como Zeus Munive.


De su legado no prefiere hablar, pero dice que le gusta saber que en esa época se forjaron algunas de las mejores plumas que hoy hay en la prensa poblana, estamos hablando de Arturo Rueda, Selene Ríos Andraca, Héctor Hugo Cruz Salazar, Zeus Munive, Edmundo Velázquez y Efraín Núñez.


“Mira, no me gusta hablar de legados, me gusta más saber qué piensan ustedes de esa época y si hubo legado o no hubo legado cuando alguien me llega a preguntar sobre esos años yo lo que digo ‘creo que ahí se forjaron algunas de las mejores plumas que hay hoy en la prensa poblana’”.


Al final, Mario Alberto dice sentirse orgulloso, porque dejó a un periódico como lo tenía don Gabriel Sánchez Andraca, fundador de CAMBIO; Fernando Crisanto, que le dio un estilo, y bajó su mando “convertimos el periódico en el periódico de los políticos, los políticos no podían salir a la calle sin ver CAMBIO”.


Dice que así como en su momento fue un gran foro de los universitarios de Puebla tanto de izquierda, derecha, del centro, con Fernando Crisanto se metió la dosis del periodismo que era el político, “creo que Crisanto vino a cohesionar sin perder el público universitario, cuando yo llego, que soy el tercer director, pues llega ‘la nave de los locos’”.


Llegó por invitación de Ventosa y Crisanto


Hace 11 años regresó Mejía a CAMBIO, gracias a una invitación del empresario poblano Alberto Ventosa y el periodista Fernando Crisanto, sin embargo, recuerda que no llegó solo, pues con él arribaron Arturo Rueda, Héctor Hugo Cruz Salazar, Zeus Munive y Ulises Ruiz.


“Me invita Beto Ventosa y Crisanto para irme a CAMBIO, yo me llevo a Rueda, a Héctor Hugo, a Zeus, bueno, conmigo se fueron, porque yo le dije ‘yo me voy solo si quieren’, pero me dijeron ‘no, nos vamos contigo’ y ahí empezó una nueva aventura maravillosa”.


Estos periodistas rescataron la raíz del periodismo y le pusieron su sello a CAMBIO, que es la ironía. “Llegamos con ganas de hacer crónica, reportajes, columnas, todos los géneros con un elemento primordial que es la ironía, a mí me gusta el periodismo irónico. No el periodismo de pastelazos”.


2006: la batalla contra el poder


En 2006, CAMBIO fue uno de los medios más severos contra el gobierno de Mario Marín Torres por la violación a las garantías de la periodista, Lydia Cacho. Sin embargo, fue un enfrentamiento contra una “mafia”. Lo que provocó que abandonara este periódico en 2007, sin despedirse de la redacción, sólo con sus lectores, a través de una columna.


Recuerda que en 2007 decidió dejar este medio que hoy cumple 40 años “por el miedo, porque te enfrentas a una mafia, no sabes cómo va a reaccionar esa mafia, no sabes si te van a mandar a golpear, matar o asustar, cuando te enfrentas a un político profesional no hay problema porque hay códigos cuando llegas a excesos, cuando llegas a una mafia te da miedo y eso fue lo que me pasó”.


Asegura que el miedo hizo que tomara un año sabático sin salir de su casa, pues tenía la sensación de que lo iban a matar, “cuando renuncio me metí a mi casa y me había cambiado a Rincón de San Andrés y me metí un año sin salir para nada, fue un exilio interior”.


Describe las amenazas que recibió por parte de allegados de Mario Marín, ex gobernador de Puebla, “todos los días cuando salía de mi casa había una camioneta blanca estacionada con un tipo adentro, regresaba y el tipo seguía ahí, eso ocurrió durante los días más pesados del conflicto y un día llego a mi casa y el tipo se sale de la camioneta y me ve en actitud de reto. Ahí me di cuenta de que las cosas estaban muy mal, me dio mucho miedo, otro momento fue cuando todo el mundo me empezó a dar mensajes marinistas de que no fuera a los restaurantes porque el valet parking me podía meter un cadáver o armas o droga mientras yo estaba en el restaurante o algo que me metiera en conflicto legal”.


Sin embargo, mencionó que esa época de batalla campal de CAMBIO contra el aparato de un gobierno, formó y fogueó a los reporteros, aunque a veces tenían miedo, pero la unidad logró superar el conflicto.


“Nos formó, nos fogueó. Nos dio mucho miedo enfrentarnos a un gobernador, tuvimos insomnio, depresión, matriz caída, todo, pero superamos gracias a esa unidad que hubo superamos el conflicto”.


Pero aún faltaba escribir un capítulo, que era la renuncia de Mario Alberto Mejía, quien no le dijo nada a nadie, sólo escribió su columna y ahí dijo ‘adiós’.


“Cuando terminó todo (la guerra contra el marinismo) yo decidí renunciar a CAMBIO porque consideré que mi tiempo en CAMBIO ya se había agotado, recibí otra oferta y quise irme a mi año sabático y me fui a El Columnista —periódico fundado en ese tiempo— que fue la balsa que me ayudó a cruzar el sexenio de Marín porque en esto no todo es guerra, no todos los días puedes estar peleando con todo mundo, necesitas reposo, de pronto hasta los guerreros duermen de vez en cuando”.


Se va sin despedirse y deja a Arturo Rueda como director


Mejía decidió dejar CAMBIO cuando Arturo Rueda estaba en Cancún con la periodista Selene Ríos, pues ambos hacían un reportaje en aquellas playas. Y aprovechó la ausencia de Rueda porque sabía que no lo iba a dejar ir.


“Me despedí en una columna sin avisarle a Rueda, Rueda me habló a las 7:00 am para decirme ‘por qué lo hiciste’ le dije ‘ya si te lo vuelvo a consultar no me iba a ir por eso decidí irme así’”.


Afirma que Rueda ya sabía que iba a ser el director de CAMBIO “aunque yo le decía espérate, si me voy tú vas a ser el director, me decía ‘no, no te vayas’ e hizo hasta el último intento para que no me fuera”.


Asegura que desde que lo conoció sabía que había una gran pluma “un hombre talentoso que cruzaba muy bien la información con el análisis y creo que nació una columna emblemática del periodismo poblano que por momentos vuelve a aparecer cuando Rueda quiere; a veces Rueda, como el cuento de Borges, prefiere que salga el otro”.


Zeus me reprochó por dejar a Rueda al frente de CAMBIO


Mario Alberto Mejía abrió la caja de pandora y dio a conocer que nombrar a Arturo Rueda como director ocasionó que Zeus Munive, ahora director de la revista 360º, en su momento le reprochara. Pero dice que dejó a Rueda a cargo de CAMBIO en 2007, porque este periódico necesitaba “un corazón de mano dura”.


“Eso me ha reprochado Zeus porque Zeus rechazó la oportunidad de quedarse en mi lugar en Intolerancia, por un tema de lealtad. Zeus me dijo ‘por qué no yo’, dije ‘Zeus, porque querido Zeus, a ti te quiero mucho, pero el periódico necesita a alguien como Rueda, rudo, sin titubeos’, y bueno, con ese potencial que tenía Rueda y esa capacidad irónica, Zeus es un gran tipo, es un periodista que admiro mucho y que hoy hemos regresado a hacer proyectos juntos, pero me parece que es de tan buen corazón que se podía doblar y creo que CAMBIO necesitaba alguien de corazón pesado, fuerte”.