En su primer discurso como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador le tira a morir a la reforma “estrella” del gobierno pasado.

AMLO ya es presidente y en su primer discurso como mandatario de este país no pierde oportunidad para señalar todo lo que estuvo mal de la administración pasada.

Y una de las pedradas más fuertes se la llevó la reforma “estrella” de Enrique Peña Nieto, pues AMLO no dejó pasar su primer mensaje en el Congreso de la Unión para denostar la reforma energética.

El nuevo presidente remarcó las consecuencias negativas que desde su perspectiva ha dejado este proyecto, uno de los más importantes del Gobierno saliente.

“La reforma energética que nos dijeron que tendrá que salvarnos sólo ha significado la caída en la producción de petróleo y el aumento desmedido en los precios de las gasolinas, el diésel, el gas y la electricidad”.

Frente al rostro estoico del ahora expresidente Peña Nieto, AMLO ahondó en las repercusiones a nivel nacional que trajo esta “fallida” reforma, sin embargo, también puntualizó que el proyecto afectó a la inversión extranjera.

“Cuando se aprobó la reforma energética hace cuatro años, se afirmó que se iba a conseguir inversión extranjera a raudales, como nunca. El resultado es que apenas llegaron 760 millones de dólares de capital foráneo, lo que únicamente representa el 1.9 por ciento de la incipiente inversión pública realizada por Pemex en el mismo periodo y apenas 0.7 por ciento de la inversión prometida”.

El presidente de México afirmó que en el año de la reforma energética (2014) se iban a producir 3 millones de barriles diarios y la realidad es que se extrajeron sólo un millón 763 mil barriles diarios, es decir, 41 por ciento menos de los estimados y con tendencia a la baja.

AMLO asegura que el daño causado por el neoliberalismo en el sector energético es bastante grave y comentó:

“No sólo somos el país petrolero que más gasolinas importa en el mundo, sino que ahora compramos petróleo crudo para abastecer a las únicas seis refinerías que sobreviven en el país, debido a que desde hace 40 años no se construye una nueva refinería en México”.

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