En reiteradas ocasiones, el ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dejado claro que ningún funcionario podrá ganar más que él como parte de su plan de austeridad, sin embargo, hay más de una decena de trabajadores del gobierno, sobre todo en altos cargos, que tendrán una percepción mayor a la del político tabasqueño.

“Se inconforman, porque ganaban hasta 600,000 pesos mensuales y ahora nadie puede ganar más de 108,000 pesos netos al mes que es lo que yo voy a recibir”, dijo López Obrador en una de sus conferencias matutinas en el Palacio Nacional.

El pasado 10 de diciembre, jueces negaron percibir más de 600,000 pesos al mes y señalaron un intento de los Poderes Ejecutivo y Legislativo para vulnerar su independencia al buscar disminuir sus salarios. Aunque sus percepciones brutas son de 578,000 pesos mensuales.

Por su parte, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2019, que se publicó este 15 de diciembre, el presidente recibirá una remuneración neta de 108,656 pesos al mes.

Pero en la Cámara de Senadores hay funcionarios que mensualmente ganarían hasta 147,217 pesos mensuales netos, mientras que en la de Diputados un secretario general podrá recibir máximo 121,781 pesos netos, arroja dicho proyecto.

En el Instituto Nacional Electoral (INE), por ejemplo, el consejero presidente recibirá hasta 207,744 pesos al mes.

En el caso de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la remuneración neta al año es de 4.6 millones de pesos para el ministro presidente, es decir, 390,674 pesos mensuales; aunque, en términos brutos, el ingreso anual es de 6.9 millones, lo que significa 579,429 pesos al mes, arrojan datos del Proyecto de Presupuesto de Egresos.

Durante su gobierno, López Obrador busca impulsar la austeridad republicana, el combate a la corrupción y de la impunidad, así como el estado de bienestar.

Uno de los principales argumentos para que la alta burocracia mantenga un salario alto es que con eso se evitarían problemas de corrupción.

Fuente: Forbes