Hoy vemos cómo en el ámbito político la nueva mayoría impone, con la fuerza de los votos, su visión.

Así, vemos cómo en la Cámara de Diputados, por ejemplo, la mayoría decidió la manera en que los grupos parlamentarios presentarán iniciativas y la oposición se vio reducida.

También vemos cómo a través de Twitter el presidente electo solicitó a los usuarios de esta red social bautizar el nuevo acuerdo comercial entre México, Canadá y Estados Unidos.

Los nuevos tiempos nos permiten ver al presidente electo dar su opinión sobre el nuevo aeropuerto a través de un video colgado en su cuenta de Facebook.

O a los senadores de la mayoría citar a un ciudadano para explicar lo que está haciendo, como en el caso de Esteban Moctezuma y los foros educativos.

En redes sociales hay un intenso debate sobre los tiempos que corren, por un lado hay quienes defienden el actuar del presidente electo y su mayoría en el Congreso;  por el otro, están los que critican lo que hacen, dicen, postean, realizan.

Lo cierto es que hay una nueva manera de ver las cosas y de solucionar los problemas.

Así, el presidente electo le apuesta a construir refinerías para bajar los precios del petróleo, duplicar las pensiones para paliar la pobreza de los pensionados, entregar subsidios a empresas y campesinos para mejorar sus condiciones, y en el Congreso, la mayoría le apuesta a modificar leyes para poner en ellas su visión.

El mandato de las urnas es implacable y los ciudadanos le entregaron a esta fuerza política el poder suficiente para llevar a cabo lo que ahora intentan.

Estos tiempos apenas empiezan su recorrido, ya serán otros tiempos los que nos digan si estas nuevas maneras tuvieron éxito.