Jueves, 21 de Agosto del 2025
Martes, 06 Febrero 2018 02:26

Sociedad altamente crítica: diferencia central entre 2010 y 2018

Sociedad altamente crítica: diferencia central entre 2010 y 2018 Escrito Por :   Javier Arellano Ramírez

Hoy el morenovallismo atraviesa por una nueva cruzada. Pese a que el discurso de la precandidata Martha Erika Alonso se obsesiona por separarse del apellido de su esposo, la tarea es estéril e infructuosa. Simplemente es algo imposible y ajeno a la realidad. Para el imaginario colectivo la abanderada es la señora Moreno Valle y tratar de evitarlo sólo terminará por irritar aún más a los electores poblanos.


En horas recientes Andrés Manuel López Obrador logró provocar a la pareja gobernante cuando hizo un llamado a no votar por una monarquía y evitar el sufragio por la esposa del ex mandatario. De inmediato ocurrió un grave error. La señora Alonso se ‘subió al ring’, y no en una ocasión, sino en dos. Primeramente en una declaración acompañada de Dante Delgado Rannauro y después durante el acto del PRD.

 

Los asesores mediáticos de la precandidata deben sugerirle que no se suba a la pelea luego de cada declaración polémica; de lo contrario sus adversarios verán que es fácilmente proclive a caer en provocaciones y entonces no cesarán de atosigarla con argumentos que la puedan sacar de su línea discursiva. MEA, por sus siglas, debe llevar una línea recta, una propuesta vertical, un carril del que no debe salirse.

 

Hoy estamos de lleno en la era de las redes sociales. Si la aspirante cae en provocaciones solamente será presa y rehén de las polémicas que alimentan y nutren a Facebook y Twitter.

 

Porque en este momento, en este 2018, lo que la pareja gobernante debe comprender es que la diferencia central, medular con el 2010, es una sociedad extremadamente crítica e informada.

 

En el 2010 apenas estaban surgiendo las redes sociales. Había muy pocos usuarios de éstas; los grandes sectores de la población se informaban en la televisión o la radio, en un ejercicio unilateral. Hoy las redes llevan los hechos, los mensajes, los discursos, las interpretaciones en tiempo real, con la oportunidad de que los ciudadanos puedan responder, criticar, debatir.

 

Ha sido tan devastador el efecto de las redes sociales que derribaron el principal espectáculo mediático de Televisa: el Teletón, un tramado que reunía al emporio, cadenas de radio y medios impresos. Fueron los argumentos críticos, ácidos, feroces de las redes sociales, los que llevaron a ese evento a un colapso, que ya de ninguna manera tendrá el mismo efecto de hace siete u ocho años.

 

Hoy de la misma manera el morenovallismo cruza por una crisis de credibilidad, porque esas masas sociales que caminan, comentan y se apasionan en las avenidas de Facebook y Twitter son muy diferentes a los sectores electorales del año 2010.

 

Hoy cuestionan acremente el solo hecho de que la esposa de un ex gobernador sea la candidata; se encienden en críticas enfebrecidas por la ola de delincuencia que azota desde Teziutlán hasta Acatlán de Osorio; acusan la indolencia de un gobierno que dejó crecer a la industria criminal del huachicol y refutan las fallas que tienen las obras públicas.  

 

Este 2018 es muy diferente a aquel 2010 cuando todo se operó desde una estrategia de Televisa y Televisión Azteca para convertir a Mario Marín Torres en un villano impresentable.

 

Esa es la diferencia principal; hoy estamos ante la sociedad más crítica que se haya visto en una elección nacional y local.

 

Y si la señora Martha Erika Alonso quiere salir lo mejor librada en esta era de las redes sociales debe ceñirse a una línea discursiva, un eje de propuestas y planteamientos que sean sensibles a la sociedad.

 

Pero de ninguna manera debe seguir cayendo en provocaciones.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.

 

 

  

 

  

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