No descarte que este gesto pueda ser el origen de una relación de ‘terciopelo’ como la que llevan la presidenta electa Claudia Rivera Vivanco y el alcalde Luis Banck Serrato.

 

En medio de la peor crisis poselectoral que Puebla haya presenciado el tacto del munícipe logró que la abanderada de Morena lo hiciera su mejor aliado.

 

Mientras al interior de la estructura de Morena en Puebla la edil Rivera padeció toda clase de maltratos, así como órdenes autoritarias, arbitrarias y viscerales, Banck con su legendaria mano izquierda convirtió una relación institucional en una alianza estratégica para ambas partes.

 

Claudia cada día está más identificada con Luis… y más alejada de Miguel Barbosa.

 

En esta misma lógica de institucionalidad, mesura y equilibrio, Martha Erika Alonso le tiende la mano a Abdala. Un acto que efectivamente demoró, pero que aún entra dentro de los tiempos razonables.

 

Sobre todo debe verse que es la forma de extenderle un mensaje de respeto y disciplina al presidente electo López Obrador. Mientras ocurren casos como el de Enrique Alfaro Ramírez, gobernador electo de Jalisco, quien a priori ya descalificó y reprobó la figura de los coordinadores estatales, Alonso Hidalgo está tendiendo un puente que puede brindar enormes beneficios a la entidad al concretarse un auténtico ejercicio de conciliación gubernamental.

 

Por su parte, Rodrigo Abdala Dartigues sabe que su futuro político depende del papel que desarrolle como coordinador estatal. Puebla es una de las entidades en las que el fenómeno AMLO cambió la configuración de los gobiernos municipales. Por esta razón la responsabilidad política y moral de Abdala será enorme. Las expectativas sobre su labor –sobre todo en los municipios del interior-, son ni más ni menos que gigantescas.

 

A ambos les conviene una alianza, una relación armoniosa en que los dos niveles de gobierno coincidan en el mayor número de ocasiones posibles. Y cuando esto no se pueda lograr, por lo menos se mantenga una postura de respeto.

 

Abdala, quien es reservado en extremo, tardará algún tiempo en responder a la invitación de Alonso Hidalgo. Pero ‘en su íntima intimidad’ (Melquiades Morales dixit), sabe que será más fácil llevar una relación institucional con Martha Erika, que una pelea permanente y constante con Miguel Barbosa, como todo indica que sucedería.

 

Dice la frase ‘El agua toma su nivel’ y en Puebla los caudales agitados están dando paso a la serenidad.

 

Al tiempo.

 

Dulcería poblana

 

El nombre del sucesor de Carrancá es la quiniela del año

 

Aseguran las fuentes cercanas a la Fiscalía del Estado que no hay pistas o indicios del inminente sucesor de Carrancá Bourget.

 

Se barajan los nombres de Ardelio Vargas Fosado, Fernando Rosales Solís e incluso se menciona que podría llegar otro ‘chilango’ al frente de la dependencia, lo que sólo derivaría en un desastre semejante al mismo Víctor.

 

La cúpula gobernante debe entender que el cargo sólo lo puede ocupar un poblano que tenga raíces, arraigo y que conozca a fondo la problemática. De lo contrario caeríamos en un caótico ‘gatopardismo’.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.