Martes, 23 de Abril del 2024
Jueves, 11 Octubre 2018 02:30

AMLO frente a la guerra, ¿quiénes harán el trabajo sucio?

AMLO frente a la guerra, ¿quiénes harán el trabajo sucio? Escrito Por :   Javier Arellano Ramírez

La actual catástrofe humanitaria que flagela a México va más allá de la comprensión, de la asimilación de cualquier ciudadano. Solamente algunos analistas, especialistas en Seguridad Interior, pueden dimensionar la magnitud del desastre.


 

La realidad es que el país fue entregado a las organizaciones delincuenciales. Desde Tijuana hasta Playa del Carmen, pasando por Garibaldi y el Triángulo Rojo poblano, todo el territorio nacional fue puesto en ‘bandeja de plata’ a los grupos criminales.

 

En el segundo debate presidencial López Obrador expresó un argumento que nunca fue debidamente difundido. Cuando el presidente de la República es corrupto, los gobernadores también lo son y a su vez los presidentes municipales siguen la línea. Esto fue lo que sucedió en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

 

La llamada ‘Estafa Maestra’ es la pirámide de corrupción que fue desde los más altos niveles hasta decenas de dependencias e incluso universidades.

 

El mismo modelo se aplicó en materia de complicidad criminal.

 

Al día siguiente de la salida de Peña Nieto surgirán a la luz las componendas que desde Los Pinos se tejieron con cárteles criminales. Simplemente no hay otra explicación más que la complicidad, la colusión y la complacencia.

 

El mismo esquema se repitió en los estados y en los municipios. Por eso hay gobernadores y procuradores que abierta, descaradamente encubrieron las masacres, las fosas clandestinas, los cientos de cuerpos, únicamente para cumplir sus acuerdos criminales con los cárteles. En los años de Felipe Calderón y Peña Nieto el gobierno y el crimen cohabitaron en la misma cama. Y el país pagó las consecuencias.

 

Hoy las ilusiones, las esperanzas, las expectativas de todo un país están depositadas en un solo hombre.

 

En varias ocasiones el presidente electo López Obrador ha declarado que él personalmente encabezará las reuniones diarias de seguridad.  Él se declara a sí mismo como un ´Mando Único’. Las reuniones se realizarán en las primeras horas de la mañana. El responsable de dar seguimiento a las indicaciones del mandatario será su secretario de Seguridad Pública, Francisco Alfonso Durazo Montaño, el mismo que públicamente ha reconocido que no tiene experiencia en la materia, pero que su responsabilidad será la de observar que se apliquen las instrucciones del presidente.

 

A las mismas reuniones de seguridad asistirá la secretaria de Gobernación, la jurista Olga Sánchez Cordero.

 

Y ante esta fotografía de respetables personalidades nos preguntamos: ¿quiénes harán el ‘trabajo sucio’ en el sexenio de AMLO? ¿Quiénes se van a manchar las manos?

 

Cuando se presente el diagnóstico de las cabezas del Cártel Jalisco Nueva Generación o de ‘Los Rojos’, la señora Sánchez Cordero y Alfonso Durazo habrán de ordenar el desmantelamiento de las cúpulas de esas organizaciones; la captura de sus principales cabecillas.

 

Y en ese terreno, en el trabajo operativo, en la labor de campo ¿Quiénes serán los hombres que se ‘ensuciarán las manos’?

 

Durante la etapa de la hegemonía, de la preeminencia priista se construyó toda una estructura de policías. Ahí estuvo esa generación de Marcelino García Barragán, Javier García Paniagua, Miguel Nazar Haro, Luis de la Barreda Moreno, José Antonio Zorrilla Pérez y sin duda el más capaz e implacable de todos ellos, Fernando Gutiérrez Barrios. Aquellos 70 años de paz social que presumía el PRI se construyeron sobre la labor que hicieron esos policías políticos.

 

Por eso hoy, en la era lopezobradorista la pregunta central, medular, la interrogante que va a definir la paz o la guerra de los próximos seis años es: ¿Quiénes se van a ‘ensuciar las manos’?

 

Los verdaderos operadores de tierra; los policías que van a combatir el fuego con fuego; los que van a desmantelar las alianzas de políticos con criminales, todavía no aparecen en la escena.

 

Habrá que esperar para ver a quiénes enviará AMLO a la guerra. El país urge a una pacificación, pero ésta sólo se consumará cuando se aplique mano dura, inflexible e incorruptible.

 

De lo contrario todo quedará en discursos de ‘amnistía’ y ‘perdón’.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 

 

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