Higuera es un profesional de la procuración de justicia. Sus cartas credenciales así lo muestran. Su currícula habla por sí sola. Pero lo que esos datos duros no muestran es a un funcionario que tiene la sensibilidad para atender un estado que se encuentra en su crisis de seguridad más profunda.
No se volverán a repetir aquellas escenas en las que familiares de personas desaparecidas o las madres de mujeres ultimadas imploraban una audiencia con el fiscal Carrancá y solo se encontraban con un muro de indiferencia, desdén y en ocasiones hasta desprecio.
Hasta el momento, por lo menos hasta el cierre de esta entrega de Cúpula, Higuera está mostrando algo que Carrancá nunca tuvo: tacto social.
El nuevo fiscal se enfrenta no únicamente al conflicto desatado por los legisladores de Morena, quienes en su ánimo de efervescencia emocional buscan llevar a la entidad al colapso, a la parálisis gubernamental.
El nuevo fiscal tiene la encomienda, la labor épica de resucitar un cadáver. Durante los años de la gestión de Carrancá la dependencia llegó al fondo, al barranco, a lo más profundo de la incompetencia y la incapacidad.
Y de ello todavía quedan algunos responsables que gracias a la protección de Víctor Antonio construyeron sus cotos de poder; se convirtieron en pequeños señores feudales.
El caso emblemático lo representa Jaime Huerta Ramos, quien ostentando la bandera de ‘tehuacanero’ se ha encargado de apoderarse de la dirección que corresponde la ‘Ciudad de las Granadas’; pero lo ha hecho a través de sus protegidas y recomendadas. Con estas acciones -llenas de frivolidad y favoritismo-, lo único que logró es llevar a la dependencia a su mayor rezago en el distrito de Tehuacán.
La seriedad y la formalidad profesionales de Higuera Bernal no pueden permitir que la dependencia caiga en ese tipo de usos y costumbres. Colocar a una protegida en una dirección de importancia toral es un error burdo, grotesco. Propio de personas que no entienden el calado de sus responsabilidades.
Puebla y los poblanos debemos dar un voto de confianza a Higuera Bernal, y pedirle que primero barra lo que tenga que barrer dentro de la dependencia, para posteriormente limpiar el estado.
Dulcería poblana.
Verdadero reto para los legisladores de Morena: revisar las notarías otorgadas en años recientes.
Ya que los legisladores de Morena están henchidos de un ánimo inquisidor, el grupo encabezado por la dupla de José Juan Espinosa y Gabriel Biestro bien haría en someter a revisión el proceso de entrega de una serie de notarías otorgadas en años recientes.
Como se ha documentado de manera profusa esas patentes fueron otorgadas al margen de la legalidad, en procesos completamente contrarios a lo que está establecido en la Ley.
Si en verdad los representantes populares del partido lopezobradorista quieren seguir detentando el bono social que el electorado les entregó, deben buscar causas auténticamente justas. Y nada más justo que someter a revisión legislativa esas notarías espurias.
El desastre de la transición en los municipios, otra expresión del programa ‘´Peso sobre peso’.
Hay datos del desastre, del desaseo que representa la transición en algunos municipios. Ediles que se llevaron los vehículos oficiales, que dejaron las oficinas vacías, sin mobiliario. Vaya hasta las sillas se llevaron.
Esto se debe a que esos munícipes cuando entraron en funciones en el año 2014 fueron conminados a firmar el programa ‘Peso sobre peso’, una modalidad que establecía realizar obras aportando el municipio y el estado cada uno el 50 por ciento. Pero por supuesto la obra la ejecutaba el gobierno estatal, con sus constructoras y proveedores.
Éste programa lo único que logró fue crear toda una camada de alcaldes impunes e intocables. Y hoy en la entrega recepción del 2018 estamos viendo los últimos coletazos de su influyentismo.
Ah que a toda madre.
Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.