La nota trascendió a nivel nacional, e incluso internacional, porque la víctima era hija de una diputada federal emanada de Morena. Pero en este país el mismo drama se repite todos los días, a todas horas; lo mismo en Ecatepec, que en Ciudad del Carmen, en Culiacán o en Cuernavaca. Todos los días, madres mexicanas son informadas que un hijo fue asesinado.
Es la catástrofe humanitaria, el ‘México rojo’, la patria ensangrentada, el ‘Estado Fallido’ que tantas veces ha citado Edgardo Buscaglia.
Sólo que en esta ocasión el país entero se conmociona por las imágenes captadas en la Cámara de Diputados. Acto seguido, los legisladores toman la tribuna para expresar su solidaridad e indignación por el crimen.
Las implicaciones políticas son inevitables. Horas después de la ejecución, el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, sale a ofrecer una rueda de prensa en la que asegura dos puntos. Primero.- que la joven fue confundida con una integrante del crimen organizado. Segundo.- Que el homicida, un sujeto apodado ‘Richy’ fue asesinado poco después y su cuerpo abandonado al interior de una camioneta Mazda.
Es decir, para Yunes el caso está cerrado. Nunca hubo más móvil que la ‘confusión’ y el único autor material ya fue liquidado, por lo tanto no hay más que agregar.
Sólo que en el estado de Veracruz esa versión nadie la cree. Comenzando por el gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez.
Desde el periodo de Fidel Herrera Beltrán la entidad se convirtió en uno de los mayores desastres que haya visto este país. Siguió con el desgobierno de Javier Duarte de Ochoa donde incluso la violencia recrudeció.
Yunes Linares hizo una campaña en la que ofreció dos puntos: procesar a Duarte y limpiar la entidad de las organizaciones criminales. Sólo cumplió con una parte de la primera promesa, porque en realidad el proceso penal contra el ex gobernador fue el ajuste de cuentas que le aplicó el peñismo por perder el estado.
En el segundo renglón Yunes ni siquiera se atrevió a tocar a los cárteles que flagelan al estado. En más de una ocasión organizaciones civiles como ‘Colectivo Solecito’, que integran madres de desaparecidos, acusaron la indolencia, la indiferencia y el desdén de Miguel Ángel.
Para esas madres entre Fidel, Duarte y Yunes no hay diferencia alguna. Los tres son exactamente lo mismo: gobernadores coludidos con la delincuencia organizada.
La versión ofrecida por el gobernador es evidentemente un encubrimiento. El ejecutivo estatal está tratando de tapar a los verdaderos autores intelectuales y los auténticos móviles.
Muy probablemente el sicario señalado como ‘Richy’ en realidad ultimó a la joven Valeria Medel. Pero en el submundo del crimen organizado se sabe que ahí no hay errores, ni equivocaciones. Hoy el gobernante trata de repetir la receta que nos dieron hace 25 años, cuando fuentes oficiales aseguraron que al cardenal Posadas Ocampo lo ‘confundieron’. Para los mexicanos es una respuesta añeja.
Evidentemente Yunes está encubriendo a una organización poderosa, terriblemente poderosa. Pero sobre todo está ocultando el verdadero móvil, el motivo que llevó a la ejecución de la hija de una legisladora.
Los diputados federales han expresado sus sentidas condolencias. Pero su gesto luctuoso y las rosas colocadas en la curul de su compañera de nada servirán si permiten que la versión de Yunes se acepte como verdad absoluta.
Abrir una verdadera investigación sobre los hechos será un reto para quienes encabezan la ‘Cuarta Transformación’ (4T).
El lopezobradorismo cimenta su fuerza en el ofrecimiento de un gobierno ajeno a la corrupción, una administración entregada a las causas sociales.
Si hoy los diputados de Morena permiten que Yunes Linares se burle de la tragedia y encubra a los verdaderos autores, entonces los gobernadores criminales habrán triunfado, podrán hacer lo que quieran. Y de nada habrá servido ofrecer al país una 4T.
El crimen que segó la vida de Valeria es el símbolo del dolor y el sufrimiento de miles de familias veracruzanas. Y la respuesta de Yunes es la misma que en otros momentos habrían ofrecido Fidel Herrera o Javier Duarte.
Si hoy los diputados de Morena callan ante la burla de Miguel Ángel entonces quedamos como si nada hubiera cambiado.
Ese no es el país que ofreció López Obrador.
Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.