En el clima de extrema inestabilidad y zangoloteo político que vive Puebla todo indica que es inminente la unción de Martha Erika Alonso Hidalgo como abanderada a la gubernatura en tanto que Rivera Pérez volverá a ser candidato a la alcaldía de Puebla con el beneplácito y el respaldo de Ricardo Anaya.
Al contrario de lo que sucedió en 2010, esta será una campaña de estiras y aflojes, en la que cada quien caminará por su lado; no faltarán las zancadillas en el campo de juego y las patadas por debajo de la mesa. Prepárese para las declaraciones encontradas y a veces contradictorias.
Y es que en el fondo la candidatura de Eduardo Rivera sólo es una de las muchas cuñas que Anaya meterá a la estructura morenovallista. No será una sola. Los desencuentros serán una constante, un rito cotidiano.
Ni Rafael quisiera que Ricardo fuera el candidato presidencial; ni Ricardo desearía entregar Puebla al Maximato. Pero las circunstancias así se dieron y así seguirán. En el lenguaje coloquial veremos como ‘se mascan, pero no se tragan’.
La inminente postulación de la señora Alonso no cesará, ni menguará la desconfianza, el encono, el recelo que existe entre los dos personajes. Simplemente harán un esfuerzo sobrehumano para llevar un ejercicio de simulación, una falsa disciplina partidista y una adúltera unidad.
La candidata irá a campaña, en medio de una guerra fría.
Dulcería poblana
Levantan a dos jóvenes en un anexo de Aljojuca; la misma mecánica de Ciudad Juárez
El municipio de Aljojuca se ubica a escasos kilómetros de San Salvador el Seco. Es ampliamente conocido en la región porque en ese lugar se encuentra una laguna que se formó en un cráter volcánico.
La madrugada del miércoles 17 un comando armado, integrado por al menos seis sicarios, entró a un anexo de alcohólicos en recuperación en ese municipio de Aljojuca. La violenta irrupción -que incluyó personas golpeadas y disparos al aire-, fue para ‘levantar’ a dos jóvenes internados.
El escenario es el mismo de muchos ocurridos en Ciudad Juárez, Chihuahua. Comandos entraban a anexos de narcóticos o alcohólicos anónimos para masacrar a jóvenes que en un pasado reciente pertenecieron a otros grupos delictivos. La similitud es tan pasmosa como espantosa.
No esperemos nada de Carrancá Bourget, ese sujeto sólo atiende temas de estricta burocracia.
Ironías: el edil huachicolero cayó por un tema judicial no atendido. Sus nexos con el crimen organizado quedarán olvidados
Se llama Pablo Pérez Maceda; hasta hace unas horas era el presidente municipal de Tlacotepec de Benito Juárez. Fue destituido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación por desacato, al no atender, ni observar lo resuelto en un juicio de amparo sobre el despojo de un terreno particular.
La gran ironía es que Pérez Maceda cayó por un tema de carácter judicial y no por sus nexos con el crimen organizado.
En Tlacotepec de Benito Juárez se sabe que el ex edil era el principal protector de las bandas de huachicoleros y asalta tráileres. Empero, nunca fue tocado por la justicia poblana gracias al contrato de impunidad que conlleva firmar el programa ‘Peso sobre Peso’.
¿Ahora quién recibirá la mochila con 400 mil pesos?
En la ciudad de Tehuacán circulan alrededor de 200 taxis ‘piratas’. Vehículos pintados con los colores tradicionales pero con placas de Veracruz, Estado de México, Tlaxcala y algunos incluso sin matriculas. El fenómeno es inédito, nunca se había visto este nivel de ilegalidad e impunidad.
En el bajo mundo de los choferes que conducen esas unidades ‘piratas’ se asegura que cada vehículo paga 2 mil pesos al mes, lo que arroja una bolsa de 400 mil pesos, que en los primeros días hábiles se entrega a en una mochila a ‘alguien’ que les brinda ‘protección oficial’.
La pregunta es, con el arribo de Xabier Albizuri a la Secretaría de Infraestructura, Movilidad y Transportes ¿Quién recibirá la mochila con los 400 mil pesos mensuales?
Ya lo veremos.
Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.