Dentro de muchas de las innovaciones que estará impulsando el nuevo gobierno federal morenista será muy interesante ver el uso que le darán a las redes sociales y a todo el entramado que ya tienen de tuiteros, sitios de noticias propias, replicadores de esos sitios, creadores de ‘memes’ y un ejército de defensores por todos lados. Sería un desperdicio no utilizarlos.
La relación de López Obrador con los medios tradicionales ha sido empedrada en el pasado, aunque parece haber hecho las paces con Televisa. Se ha visto en otras partes del mundo que después de la cercanía que generan los candidatos en campaña con los medios, durante su mandato se alejan, cuestionan y rechazan la visión de los medios tradicionales. Tal fue el caso de Emmanuel Macron, quien una vez siendo presidente suspendió los desayunos con los medios, prefiere hablar más con medios extranjeros que con locales y privilegia las apariciones en donde se habla poco de política.
Para López Obrador, las redes sociales le dieron espacio y voz a sus posicionamientos, que él alegaba que los medios tradicionales no le daban. Sus seguidores, sumados a una estrategia de manejo de redes sociales, multiplicaban sus mensajes. Su equipo ya tiene dominado en know how de la difusión de ideas en redes y sus seguidores siguen entusiasmados y ávidos de líneas de defensa y promoción.
Estas semanas en las que ha dado inicio la transición, López Obrador ha tuiteado a diario: ya sea para comunicar que se reunió con ‘x’ o ‘y’ personaje, que si habló por teléfono con Trump u otra actividad. También ha estado publicando en su página de Facebook sus conferencias de prensa en vivo, fotos de sus reuniones y otros comunicados.
Su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, también es tuitera que publica desde retuits de su esposo, porras y felicitaciones en inglés a los equipos finalistas del mundial, poemas, hasta incluida una queja al CISEN por espionaje a su familia. De sus hijos el único que tiene Twitter es José Ramón, quien también retuitea a su padre y comenta sobre el mundial.
Por su parte, la mayoría de los próximos miembros del gabinete también son activos tuiteros, unos más que otros. Las publicaciones que hacen en su mayoría son relacionadas con su trabajo y retuits de AMLO. Muchos también responden en Twitter a observaciones, notas u otros comentarios, lo cual los hace (hasta ahorita) usar mejor la herramienta.
Estará por verse si pueden mantener orquestados los mensajes en redes sociales y si utilizarán esta herramienta como un pulso político para comunicar y escuchar a la ciudadanía. Pueden hacerse cosas interesantes, ojalá se arriesguen en esta área también.