El mensaje de cocinar y comer juntos ante las cámaras en un video destinado a convertirse viral no puede ser más claro: China y Rusia son amigos, su alianza se fortalece. Si observan el video se ve a Putin gustoso de recibir a Xi y compartir su abundancia.
Putin no hace este tipo de demostraciones públicas con cualquiera. El mensaje y la estrategia se la quiere gritar al mundo y especialmente a Estados Unidos, que mantiene una guerra comercial con China y le impone sanciones económicas a Rusia. Mientras los ‘gringos’ se cierran al mundo para hacer “America Great Again”, estos dos países encuentran razones para acercarse.
China le está diciendo al mundo que Rusia no es una amenaza. Este año cuando Putin visitó Beijing se le otorgó la medalla de la amistad. Y, se prevé que el intercambio comercial entre los dos países aumente de 84 a 100 billones de dólares. Rusia ya le vende armamento al creciente ejército Chino; mientras China comparte con Rusia sus conocimientos en comercio electrónico.
Ahora, agreguemos al escenario los juegos de guerra Vostok 2018. Primero que nada, estos juegos en sí mismos son un despliegue militar enorme que también mandan la señal al mundo de que Rusia tiene un poderío militar listo y preparado para lo que se ofrezca. Y, si además el invitado especial para la inauguración de los juegos es China, pues eso nos habla de una posible alianza militar y de la profundización de esta amistad.
La pequeña cereza del pastel, México
Curiosamente el martes 11 de septiembre el asesor de Putin para asuntos internacionales, Yuri Ushakov, dijo a la prensa que existe la posibilidad de un breve viaje a México o un encuentro en Argentina entre el mandatario Ruso y AMLO. ¿Por qué Putin quiere ver a López Obrador?
Pues quiere que seamos amigos. Queda claro que no somos China; comercialmente nuestro intercambio sólo asciende alrededor de 2 billones de dólares. Pero, hay oportunidades de crecer en el área petrolera y en la armamentista.
Lo importante aquí es el papel que puede jugar México para Rusia en su búsqueda de expandir su influencia en el mundo y mandarle un mensaje a Washington. Es bien sabida la relación que Rusia ha tenido con los partidos de izquierda a lo largo de la historia. No debe sorprendernos que ahora que por fin están en el poder esta relación se amplíe.
Quedan también en el aire los rumores de la posible intervención rusa en nuestras elecciones. Habrá que ver de cerca cuál será el trato que AMLO le dará a Rusia y qué papel jugará nuestro país en los reacomodos de poderes que se están dando a nivel mundial. Mientras tanto, Rusia está mandando claros mensajes de que no se piensa achicar ante Estados Unidos.