Jueves, 25 de Abril del 2024
Viernes, 23 Noviembre 2018 04:33

El diálogo circular de AMLO

El diálogo circular de AMLO Escrito Por :   Yaxa Michel

Esta semana, Andrés Manuel López Obrador ejerció su derecho de réplica con todo: dio entrevistas en varios medios de comunicación. Digamos que vimos una auténtica competencia entre los más connotados líderes de opinión para ver quién sacaba una mejor entrevista y una mejor declaración.


 

En ese sentido, ¿para usted quién ganó en el ‘entrevistatón’: René Delgado con establecer en la agenda el ‘punto final’, Raymundo Rivapalacios con el inicio del rumor del perdón, López Dóriga con su confrontación de los militares a los cuarteles, Carmen Aristegui redactando preguntas para la próxima consulta? ¿Se decepcionó de Ciro, que no le pudo sacar nada al ‘Peje’?

 

Entrevistar a López Obrador es una oportunidad y un reto para cualquier comunicador. Oportunidad porque AMLO suele salirse de los temas a tratar, como en esta semana que se iba a hablar de la consulta y se acabó hablando de la Guardia Nacional y del perdón a ex presidentes. Y un reto porque tienen que sacarle una declaración ‘jugosa’ en el tiempo asignado para la entrevista, a pesar de su hablado lento.

 

Pero para mí, lo más significativo es el cambio de estilo de comunicación que veremos en este sexenio. Después del estilo acartonado y formal de Peña Nieto, en el que él y su equipo se quedaban callados ante los cuestionamientos, ahora vamos a ver lo opuesto.

 

Y ahí es en donde quiero ahondar, en esto que el próximo presidente denomina como ‘diálogo circular’. Esto quiere decir, en términos de AMLO que “no se va a quedar callado” y que va a hacer uso de su derecho de réplica ante los cuestionamientos y señalamientos a su gobierno.

 

Las implicaciones de este cambio son muchas. Por un lado, los medios tendrán declaraciones jugositas para vender. Veremos muchos dimes y diretes que nos tendrán entretenidos (o distraídos) en los cafés, opinando a quién le vas o quién tiene la razón.

 

Ahora, una de las reglas básicas para el debate es el respeto. Y aunque López Obrador promete un debate respetuoso, pues, en los hechos, su lenguaje es descuidado y para muchos ofensivo con las etiquetas como ‘fifí’, abajo firmantes, mafia del poder, etc…  Y, pues, si ese es el ejemplo, vamos a acabar dándonos hasta con la cubeta.

 

Aquí la cosa es que el reto de entrevistar a López Obrador se vuelve más complicado porque no sólo se trata de sacar una buena entrevista y una declaración vendible y jugosita, sino de salir bien librado y no poner en riesgo la reputación cada vez que se cuestiona al presidente. En ese sentido, contrastaron el estilo de López Dóriga muy al tú por tú, con el institucional y respetuoso de René Delgado, o el amigable pero duro de Carmen Aristegui.

 

Cada uno de los estilos que ya conocemos hacen salir a un López Obrador distinto, y nos dejan diferentes sensaciones como audiencia. La vieja escuela buscaría llevar a AMLO hacia mensajes más institucionales, más prudentes, más medidos en todos los sentidos. Pero a él le ha funcionado su estilo y al parecer los que se van a ajustar son los medios.

 

¿A usted cuál le gusta?

 

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