Lunes, 29 de Abril del 2024
Indicador Político

La forma atrabancada en que la PGR fue empujada a amenazar al candidato del PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya Cortés, de quitarle la candidatura por operaciones inmobiliarias no logró los objetivos político-electorales de beneficiar al PRI y sí metió al gobierno del presiente Peña Nieto en el territorio del uso de instituciones del Estado para ayudar al candidato del PRI.

En alrededor de cuatro semanas el Gobierno federal usó a la Procuraduría General de la República como instrumento de campaña a favor del candidato priista-no priista José Antonio Meade Kuribreña, pero ni así logró modificar las tendencias electorales.

Aunque posee un doctorado en letras, Mario Vargas Llosa siempre ha confundido las ideas con las opiniones. En septiembre de 1990, durante un encuentro de la revista Vuelta a propósito del desmoronamiento comunista en 1989-1990, el poeta Octavio Paz corrigió -mejor: regañó- a Vargas Llosa por tergiversar categorías políticas.

Muchos intelectuales suelen creer que sus lectores carecen de memoria. Mario Vargas Llosa es uno de ellos: en sus declaraciones asume la condición de redentor, ‘santón’ o ‘francotirador’, o las tres cosas, sin acordarse que su propia biografía es su principal enemigo.

A partir de la concepción jurídica de autonomía que se asume como extraterritorialidad, la estructura de la UNAM -no sólo de CU- ha sido territorio fértil para el ‘porrismo’, el narcotráfico, la guarida de grupos políticos radicales nacionales y extranjeros y la delincuencia común.

Frente a las evidencias de la penetración de narcos, consumidores, guerrillas y grupos radicales violentos en la UNAM, el rector Enrique Graue Wiechers cometió un error imperdonable: dice que los que critican esa realidad “quisieran ver a la UNAM militarizada”.

El nuevo tropiezo geopolítico del presidente Peña Nieto al recibir otro portazo en la Casa Blanca debe de acreditarse al canciller mexicano Luis Videgaray por su mala lectura estratégica de la burocracia del poder en Washington.

Centrada la atención en la elección presidencial, algunas plazas locales podrían estar mandando mensajes interesantes. En Tabasco podría darse una nueva alternancia, ahora del PRD a Morena, de acuerdo con las estimaciones generales. Pero lo de menos sería ese relevo, porque lo importante estaría en el hecho de que López Obrador finalmente ganaría la gubernatura de su tierra.

El estado de Guerrero puede ser un buen laboratorio de análisis de la realidad contrastante de la República: marginación histórica, abandono del campo, grupos criminales y complicidades del poder, pero posibilidades de reconstruir la base económica y social a través de la acción pública directa.

Mientras más pasan los días y la Suprema Corte atrasa su dictamen sobre la constitucionalidad de la Ley de Seguridad Interior (LSI), el vacío legal ha impulsado a los grupos criminales a aumentar su estrategia de tensión.

El ex presidente Felipe Calderón tiene razón. Los tres principales candidatos son priistas. Sólo que le faltó decir que Vicente Fox y él mismo fueron presidentes panistas que gobernaron como priistas y que los tres principales independientes también vienen del venero del PRI.

La candidatura de Claudia Sheinbaum por Morena a la jefatura de gobierno de Ciudad de México se presenta como el microcosmos del estilo de ejercicio del poder de Andrés Manuel López Obrador: el derrumbe del Colegio Rébsamen por los terremotos de septiembre mostró el rostro descarnado de la corrupción en la Delegación Tlalpan que presidía Sheinbaum.

El problema no fue de capacidad, sino de sensibilidad. El nuevo secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida ha sido alto funcionario en la PGR y Gobernación y secretario de Seguridad Pública y procurador en el Estado de México. En todo caso, las prisas por ‘marcar’ su territorio condujeron a dos errores que afectaron la precaria estabilidad política:

Desde 1970 todo candidato presidencial del PRI ha encarado un momento de gran decisión: asumir la nominación como propia o aceptarla como encargo. Al protestar ya como candidato formal pasado mañana, domingo, José Antonio Meade Kuribreña tendrá que marcar una distancia estratégica con el presidente Peña Nieto y definir si será presidente o intendente.

En las elecciones presidenciales y legislativas de este año, un escenario estratégico de tensión se está configurando: la crisis de seguridad pública, interior, nacional, política y geopolítica perfila el colapso de la estabilidad del viejo sistema/régimen/Estado:

A diferencia de otras ocasiones en que policías han sido secuestrados y desaparecidos, el Cártel Jalisco Nueva Generación –el más importante en la República– dio un paso adelante para plantearle un desafío al estado: atentar contra la estructura policiaca y mostrarse empoderados con arrogancia con un video en redes.