Se trata de una ‘cruzada’ en la que se han desbordado las pasiones y la delincuencia organizada se ha hecho presente en la búsqueda de posiciones para seguir adelante.

Se trataría de dos temas supuestamente sin relación, pero en el terreno de los hechos está comprobado que las organizaciones de narcotraficantes van pavimentando el camino para ganar presencia, dominio y autoridad con el objetivo de mover los hilos de este país en favor de sus intereses, su gran mercado, por el que también entre ellos se ejecutan de la forma más sanguinaria.

Y es que el valor por la vida humana se ha perdido al grado de preocuparse hoy más por defender los derechos y el respeto a la vida digna de los animales.

El tema ha sido motivo de innumerables análisis por parte de analistas, columnistas y conferencistas. Pero en el terreno del día a día hoy se está sembrando un clima de desestabilización que puede generar y ensanchar el fenómeno del abstencionismo.

Es tal el ambiente que por todos lados se corre la voz de que grupos delincuenciales están preparados para “actuar” de acuerdo con sus intereses para defender sus plazas.

 El tema ha logrado asustar a muchos que ya comienzan a planear una encerrona en casa y no acudir a las casillas para ponerse a salvo de cualquier acto de violencia.

En este contexto, lo que interesa es poner a salvo a los suyos y que decidan otros el futuro de este país.

Así la tendencia y lo que se conseguirá es un alto abstencionismo y lo que se ha reprochado siempre, “que unos cuantos decidan el futuro de esta nación”.

En contraparte hay propuestas sensatas de madrugar y acudir temprano a votar antes de encerrarse y seguir el desarrollo del proceso a través de las múltiples opciones de las que goza hoy la sociedad: la radio, la televisión y ¡aguas! con las redes sociales que fácilmente son manipulables y pueden llegar a incendiar el ambiente.

Contra todo presagio hay que actuar como mexicanos comprometidos para no lamentarse después.