Todos hablamos de lo que consideramos que ha dejado pasar, como los escandalosos casos de corrupción, comenzando por su famosa ‘Casa Blanca’, lo caro que ya nos resulta la gasolina, la inseguridad, la corrupción, el deterioro del poder adquisitivo que vive ese 53 por ciento de mexicanos que votaron por AMLO. Problemas a partir de los cuales se derivan infinidad de quejas de atropellos, condenas y lamentaciones, porque se tiene la seguridad de que el presidente Peña Nieto le sale debiendo a México y a los mexicanos.
Usted ¿qué opina?
En este contexto, ahora resulta increíble que haya un mexicano que salga a dar la cara por el presidente Peña Nieto. Este mexicano ni más ni menos se llama Andrés Manuel López Obrador.
¡Qué tiempos!
Aquí aplica aquello de que finalmente “cada quien habla según le va en la feria”.
Tras esta declaración, AMLO está enviando la señal de que ya dejó de ser el eterno candidato aguerrido y después de 18 años “ya se sabe ser presidente”.
Y esto conlleva muchas responsabilidades que lo obligan a actuar muy diferente a aquellos días de precampaña y campaña en las plazas públicas.
Se trata de un tema que sus allegados deben tener en cuenta y asumir su parte para no dejar solo a su líder y fortalecerlo, con las acciones para cumplir con la cita histórica que ha prometido de entrar con seguridad al cuarto movimiento social de México, después de la Independencia, la Reforma y la Revolución.
¿Y en Puebla?
¿Puebla volverá a figurar como la ‘Cuna de la Revolución’, como en 1910 ocurrió con los hermanos Serdán?
Datos
A juzgar por las primeras declaraciones hechas por quienes formarán parte de su gabinete, AMLO va en serio en sus promesas de saneamiento de la administración pública.
Digamos que después de reunirse con el presidente Peña Nieto, se reunió con las primeras cabezas de “su gabinete” a los que prácticamente les ‘leyó la cartilla’ al recordarles los ajustes que aplicará a su administración y a los miembros de su equipo para hacer efectivo el tema de la austeridad, la vocación con la que deben atender caso por caso y a las personas que los busquen. Sobra decir que hará efectivo aquello de “no tráfico de influencias” ni de sus colaboradores ni de sus familiares.
Y en el tema de la austeridad el presidente electo comenzó a predicar con el ejemplo.
Los reporteros refieren que AMLO definitivamente será otro estilo.
Imagínese, al otro día de su triunfo atareado con una agenda apretada “cuando ya tuvo hambre” abrió la cajuela de su automóvil Jetta para comer.
¿Y que había de comer en su cajuela?
Unas tortas que compartió con algún reportero y con su chofer de nombre Cuauhtémoc.
Así apresuró el bocado para no perder tiempo y cumplir con la totalidad de los compromisos.
Una reportera comentó al respecto que las tortas que le ponen desde su casa a Andrés Manuel son sencillas, “de jamón con aguacate, jitomate, cebolla y frijoles”, nada gourmet como podrían ser con salmón, rosbif, jamón holandés o serrano, bacalao, en fin.
Más
Otro dato interesante es el del caso del padre Alejandro Solalinde, a quien desde la campaña invitó a hacer frente en la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
La invitación está en pie, pero el sacerdote luchador permanente de los derechos humanos se la está planteando porque a partir de las Leyes de Reforma los ministros de culto deben permanecer del otro lado de la administración pública, del gobierno. Ante lo cual el padre tiene que replantearse y tomar la decisión de continuar como luchador social, como siempre lo ha sido, o renunciar al sacerdocio para asumir la responsabilidad.
La moneda está en el aire.
El mismo Solalinde ya expresó que su trabajo siempre ha sido efectivo, en forma independiente, sin nombramientos.
¿Qué decidirá?
Ya veremos.
Cuestión de congruencia.
¿Y en Puebla?
Zapatero a tus zapatos
Lo que ha caído muy bien de AMLO es la decisión de invitar a colaborar en su equipo a personajes de capacidad y experiencia probada y honorabilidad a prueba.
Con esto se acaba aquello de personajes que arrancaron en un sexenio como secretarios de agricultura, de pronto un día amanecieron como titulares de educación y otro como secretarios del Medio Ambiente.
Eso se termina.
El hecho genera confianza y seguridad de que cada titular sabrá muy bien lo que debe hacer y entenderá a su sector.
Es el caso por ejemplo del futuro secretario de Turismo, Miguel Torruco Márquez.
Desde que comenzó a trascender su candidatura a la Sectur, hubo confianza en el medio.
Concretamente en el sector hotelero de Puebla, como el de todo el país, se sembró entusiasmo por tratarse de una persona plenamente identificada por el sector, en el que se ha destacado como buen presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles.
Torruco Márquez, -hijo de la actriz María Elena Marqués, y suegro de Carlos Slim Domit- al dejar la presidencia de los hoteleros fue invitado por el entonces jefe de gobierno capitalino Andrés Manuel López Obrador, para colaborar en su gobierno como secretario de Turismo de la Ciudad de México, en donde tuvo un buen y satisfactorio desempeño, por el dominio del sector en el que ha trabajado siempre, a partir de fundar una escuela de turismo que goza de prestigio en la Ciudad de México.
Hoy se tiene confianza de que asuma el reto justo cuando nuestro país tiene en el sector turístico una fortaleza económica por sus variados atractivos, el empeño del sector y la profesionalización que registra, lo que sumado coloca a la nación en una posición competitiva.