Usted y yo cruzamos los dedos para que dé resultado, porque los últimos días se ha recrudecido el fenómeno como mandándole la señal de que ‘aquí estamos porque esta plaza es nuestra’, y en este contexto usted y yo somos candidatos a una estadística.
La presidenta municipal garantiza los resultados que dará su esquema de trabajo en seguridad, destacando el hecho de que su gobierno no recibe herencia ni deuda política de nadie, y por consiguiente no está atada de manos para tomar decisiones y eliminar lo que en su estrategia no funciona y está de más.
De igual forma, aprovechará lo rescatable, como la organización de los residentes de la ciudad en lo que en una administración panista anterior se lanzó como ‘vecino vigilante’, figura a través de la cual los vecinos de inmuebles de la cuadra, de la colonia, se involucraron espontáneamente y se mantuvieron alertas y organizados para enfrentar a los delincuentes y apoyarse unos a otros.
En esta nueva etapa anuncia que, de entrada, la dependencia se redimensionará a una verdadera Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Pero además de cambiarle el nombre a la dependencia se combatirán viejas prácticas como las de reclutar a personas que son capaces de pagar cuotas por portar el uniforme de policía, calzar unas botas y subirse a una unidad de la corporación.
Se acaba esta comercialización, y los efectivos de la corporación de seguridad tendrán la oportunidad de hacer carrera en el servicio público para escalar puestos, posiciones y mejorar sus ingresos.
Así, los resultados de la nueva forma de trabajar para enfrentar el problema de la inseguridad, la violencia, de inmediato comenzarán a notarse, una vez que los elementos (sin generalizar) dejarán de pagar para formar parte, y proteger a los delincuentes que eran los que realmente los patrocinaban a cambio de ser protegidos.