Aguas que inundan zonas de la ciudad.

 

Bajas temperaturas que congelan hasta la sonrisa.

 

Encarecimiento incontrolable en todo a partir de la gasolina.

 

Inseguridad que ha hecho correr sangre y enlutado a familias.

 

Y ahora, el tremendo tráfico que cada día se hace más pesado e insoportable.

 

El fenómeno en sí ya lo enfrentábamos desde hace muchos meses, pero ahora, desde la construcción, preparación y circulación de la RUTA 3, movilizarse es una pesadilla.

 

Lo peor del caso es que las vías de desahogo y las de alta circulación ya quedaron rebasadas por el problema.

 

Las de desahogo como bulevares y ejes como la 11 Norte-Sur y ahora el Bulevar 5 de Mayo con el paso del RUTA ya quedaron de dos carriles, y a cualquier hora se convierten en un cuello de botella, y en los horarios pico dan ganas de hacer lo que hace Pedro Picapiedra, de bajarse y cargar el vehículo para llegar caminando.

 

Hemos cronometrado varios allegados y, por ejemplo, resulta que en hora pico –a la hora de la salida de las escuelas- por ahí de 1:30 y 3:00 de la tarde, un trayecto que puede ser del Bulevar Atlixco al Bulevar 5 de Mayo, el conductor está haciendo una hora.

 

Sesenta minutos perdidos, de tensión, estrés, porque además hay quien lleva mucha prisa, quiere llegar rápido y provoca accidentes, mínimo alcances que impactan a la unidad de adelante, y mientras discuten, esperan al ajustador y se ponen de acuerdo desencadenan un caos terrible.

 

Y los que buscan vías alternas caen en el mismo problema porque todas las vialidades se saturan.

 

Y ya qué le digo cuando se tiene que abrir el paso a una ambulancia o una unidad de la policía y seguridad. Es entonces cuando el tráfico de la ciudad de Puebla logra sacar lo más oscuro de conductores y acompañantes.

 

Hay que reconocer que las vialidades siguen siendo de tres carriles y hoy de dos por la resta de la infraestructura para las rutas, con lo cual ya perdimos vialidades de alta circulación para un desahogo del tránsito.

 

¿Por dónde?

 

Sólo resta la vía aérea.

 

Mal chiste.

 

Hay que tener en cuenta que cada vez hay más vehículos en circulación. Aún con todo y la crisis, cada vez se siguen vendiendo más unidades de primera y segunda mano que saturan las calles desde las 6:30 de la mañana.

 

El transporte colectivo que ha tenido que ser sacado de bulevares y vías de circulación continua hoy circulan por calles que de inmediato comenzaron a registrar la fractura del pavimento por el exceso de peso, provocando serios baches que se convierten en trampa para vehículos y peatones.

 

Por lo que llegamos a la conclusión de que el problema del tránsito hoy en Puebla no tiene solución.

 

¿O sí?