Se esperaban mejores noticias, oportunidades y lamentablemente todo se ha perdido en el camino que se suponía que conduciría a este país a mejores tiempos.

La pregunta es obligada ¿acaso hay un culpable?

La respuesta no la debemos eludir, usted, yo, todos. Y es que ya lo demostramos, no hemos podido "crecer", la madurez todavía no la alcanzamos y permanecemos agazapados a niveles del siglo pasado con una peligrosa polarización que vuelve a poner a la entidad en la antesala del estancamiento, el retroceso, después de un buen avance concretado los últimos tiempos tras un cuidadoso proceso de estabilización para alcanzar la reconciliación.

Es la hora de entender que los últimos acontecimientos nos colocan en el riesgo de volver a entramparnos y echar abajo lo alcanzado.

Es hora de cerrar filas, de deponer actitudes destructivas que nos llevan de rehenes

Nos corresponde ahora asumir el papel de ciudadanos dignos de una ciudad equipada de primera, como la trazó con el más ambicioso proyecto de obras Rafael Moreno Valle.

Hay hechos que no se pueden soslayar porque sirvieron para posicionar a la entidad internacionalmente.

Hoy los poblanos tenemos el reto de asumir el hecho de que tenemos consagrados derechos, al igual que responsabilidades en un proyecto de nación que busca salir adelante.

Mientras Martha Erika y Rafael descansan para la eternidad, Puebla y los poblanos debemos superar los días de la especulación y las teorías de la conspiración que profundizan la polarización que amenaza el avance de Puebla.

Hoy estamos de luto, pero el luto no debe  paralizarnos.