Claro que no son ellos los que meten mano para ponerlos más blanquitos, con facciones más finas, para conseguir en conjunto un personaje más atractivo.
Quienes meten las manotas en este proceso son sus asesores y diseñadores de imagen que con esto lanzan señales de discriminación racial.
Hay que tener presente que en los comicios del primero de julio no se va a elegir al más guapo, el más fortachón, la más bonita, la escultural, se va a elegir al personaje que nos va a gobernar, que va a mejorar las leyes y a elaborar otras más para que vivamos mejor, en paz, en un contexto diferente de paz, mejoría y desarrollo.
Y es que pese a que todavía no arrancan todas las campañas políticas los candidatos madrugadores, pese a las limitaciones de la ley y los tiempos reglamentarios, que para las elecciones locales inician hasta el 29 de abril, invaden espacios y mobiliario con su “bella estampa”.
En algunos casos por el exceso del manoseo con el Photoshop, hasta resultan extraños, irreconocibles, fenómeno que desde luego no se da por primera ocasión, pero que dado el avance de la tecnología digital, en la totalidad de los casos ya se abusa.
Lo que ocasiona que cuando el candidato va al encuentro de sus votantes en potencia, no lo reconocen y hasta sufren un desencanto.
Hubo un caso de una candidata de años atrás que conquistaba y hasta suspiros arrancaba en los posters en los que lucía lacia, bien peinada, ojo azul, cejas definidas, muy maquillada, ‘güerita’ y sonriente; y cuando llegó con sus acarreados al anunciarla el maestro de ceremonias y pedir el aplauso para recibirla en un templete, los ciudadanos voltearon y se estiraron para esperarla porque a la que tuvieron ante sí, les resultó una mujer obesa, de poca estatura, con un ‘chinerío’ a la Amanda Miguel, ojos oscuros, morenita y desaliñada.
No se trata de cautivar con una imagen, sino con la autenticidad y la propuesta.
Pero esta alteración de imagen habla mucho de su esencia como personas.
Hoy algunos candidatos y candidatas consientes de la mala racha de su partido político han dado por aparecer en un fotomural como artistas de vodeviles o de anuncios de gimnasios en donde los dejan bien ‘mamucos’ y colocan en el suelo de su póster el logotipo de su partido político.
Tenga usted cuidado, hoy uno se confunde entre artistas que invitan a que venda calzado por catálogo, curvilíneas mujeres que participan en obras de teatro o que anuncian la famosa lencería colombiana, y candidatas y candidatos que quieren mostrarnos qué bien están y por ‘chulos’ se merecen nuestro voto.
¿Cómo ve?