Son muchos los ciudadanos poblanos que sienten que se les quitó un peso de encima. Ahora la distracción será el futbol, actividad deportiva en la que ayer le empezó a ir mal al equipo que representa a nuestro país en el campeonato mundial que tiene su sede en Rusia, al perder por 3-0 ante el equipo representante de Suecia.

 

          Lo que parecía que serían las elecciones más movidas y concurridas de la historia patria, terminaron con un aparente desinterés ciudadano, pues la ‘guerra sucia’, los constantes ataques personales que se lanzaron los candidatos de todos los niveles y todos los partidos; los asesinatos políticos que llegaron a sumar 123 y que tuvieron como víctimas a precandidatos y candidatos principalmente a diputados locales y presidentes municipales lanzados por los diferentes partidos y la confusión que los discursos políticos provocaron apatía en la ciudadanía, no dejan muy claro hacia donde se inclinará su voto.

 

          Ayer hicimos un recorrido por lo que algunos califican como “los mentideros políticos” y nos encontramos con muchos que dan por ganador, para la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador, de Morena, y otro tanto para quienes el próximo presidente de este país será José Antonio Meade, del PRI. Sólo dos o tres dieron una opinión favorable para el panista Ricardo Anaya.

 

           En lo referente a la gubernatura del estado, las opiniones se dividen también. Fueron muchas las personas que afirman que el ganador será Miguel Barbosa, aunque hay una corriente que empezó a pronunciarse por Enrique Doger Guerrero, el ex rector de la BUAP y ex presidente municipal de Puebla. Fueron menos quienes opinaron que el triunfo se lo llevaría Martha Erika Alonso, afirmando que fue un error el que se hubiera amenazado a los burócratas estatales y de municipios gobernados por el PAN o el PRD, de darlos de baja si no asistían al acto de cierre de campaña en el Estadio Zaragoza.

 

             Lo cierto es que muchos dijeron que el mejor candidato para gobernar al estado es Enrique Doger, pero que el PRI no fue capaz, ahora, de poner en movimiento a sus huestes, tal vez porque desde hace tiempo empezaron a fallar sus tres sectores tradicionales, el obrero, el campesino y el popular, que o ya le han retirado su apoyo al partido tricolor o que en la práctica, como es el caso  del sector popular, ya no existen. Sin embargo, muchos expresaron que Doger Guerrero puede dar la sorpresa y que así lo consideró el candidato presidencial priista José Antonio Meade, quien en Tehuacán, durante el acto de cierre de campaña de Doger en esa ciudad, le pidió que hiciera un buen gobierno, como en su tiempo lo hizo Guillermo Jiménez Morales, ex gobernador del estado.

 

             El tendón de Aquiles de los partidos opositores al PRI, siempre ha sido el de la estructura y organización. Pero ningún partido opositor está tan bien organizado como el PRI.

 

             Desde el 2010, cuando la corriente morenovallista del PAN triunfó en toda la línea en la entidad, el PRI cayó en una especie de depresión y parece que no ha podido superar esa situación.

 

             Sin embargo, ayer nos decía un militante del PRI, de viejo cuño, que a pesar de esa caída en Puebla, ningún partido supera la organización priista: “Tenemos organización y estructura de partido y tenemos estructura y organización electoral”.

 

              Aunque partidos de oposición al Revolucionario Institucional anuncian que tienen ya cubiertas el 100 por ciento de las casillas, con personal capacitado para vigilar el desarrollo de los comicios, todos sabemos que eso no ha ocurrido nunca en Puebla.

 

             Empezando porque ni el PAN, ni el PRD, tienen siquiera comités municipales en todas las cabeceras de distrito local. Morena tiene mucha gente, pero poca organización y todavía carece de una estructura sólida, pues muchos de sus miembros acaban de llegar procedentes del PRI, del PAN y del PRD. Hubo brotes de división por la designación de candidatos a los diversos puestos de elección popular y eso provocó enojos y deserciones entre los grupos.

 

              Por eso, por la debilidad estructural y organizativa que la oposición tiene, opinaron algunos de nuestros entrevistados ayer que ya están hablando de fraude y esas cosas, que nunca pueden probar, porque nunca han tenido representantes en el total de las casillas.

 

             Bueno, la ‘fiesta’ terminó. No terminó bien, pero ya terminó. Lo lamentable es que se hayan registrado tantos asesinatos de precandidatos y candidatos; que los candidatos se hayan lanzado tantas y tan graves acusaciones sin pruebas, que se hayan insultado y que con todo eso, hayan provocado divisiones en diversos sectores de la población.

 

             Y también que la mayoría de los candidatos hayan presentado tan pobres proyectos para resolver los problemas que agobian a los poblanos y a todos los mexicanos, como la inseguridad, la extrema pobreza, el desempleo y la desigualdad.