Mientras tanto, la lucha política se intensifica, tanto al interior del PAN como fuera de ese partido.

 

          El ex dirigente nacional panista, Gustavo Madero, ha acusado al ex gobernador Rafael Moreno Valle de haber organizado a los mandatarios panistas de origen priista para formar un cártel (así le llama) para apoderarse de la estructura del partido fundado en 1939 por Manuel Gómez Morín, para defender sus propios intereses, como se hacía en el PRI.

 

            Señala al ex mandatario poblano de pretender mantener su coto de poder en Puebla.

 

             En el diario El Universal, de la ciudad de México, en su columna ‘Retrato Hereje’, Roberto Rock L, que titula: Puebla, la hora del Trife, habla del tema afirmando que todo mundo está pendiente de la resolución que emita el Tribunal Electoral al respecto.

 

            Y la Universidad Iberoamericana, campus Ciudad de México, dio una conferencia la noche del martes, en la capital del país, que académicos de dicha institución detectaron 145 mil votos irregulares a favor de la señora Alonso Hidalgo, que se sustrajeron e ‘inyectaron’ sufragios en el 74 por ciento de las casillas del estado y que hubo manipulaciones en cinco mil 524 casillas de las siete mil 476 instaladas.

 

             En resumen, la ‘moneda está en el aire’ y las opiniones están divididas dentro del mismo PAN, que encabeza la alianza que postuló a doña Martha Erika, pues un amplio sector de los panistas tradicionales, de Puebla y del resto del país, están en contra de que se creen cacicazgos panistas y de que un grupo de gobernadores ex priistas se adueñe de su partido.

 

             El ex presidente Felipe Calderón ha dicho que la fórmula integrada por Marko Cortés y Héctor Larios constituye un peligro, si llegara a triunfar, para la misma existencia del PAN, y Gustavo Madero afirma que está de acuerdo con el ex presidente de la República.

 

             La fórmula de Marko Cortés y Héctor Larios, para la presidencia y secretaría general de ese partido, es la que el ‘cártel de gobernadores’, dice Madero, está impulsando para adueñarse del partido y abdicar de sus principios y programa de acción.

 

              La lucha interna parece que se intensificará en las próximas semanas. La elección de la nueva dirigencia panista deberá quedar resuelta en octubre.

 

             Tres abogados poblanos con los que platicamos ayer nos dicen que la desconfianza del pueblo hacia las instituciones gubernamentales es lo que llevó a Andrés Manuel López Obrador al rotundo triunfo en las pasadas elecciones.

 

              Dijeron estar de acuerdo con la autocrítica que un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hizo del sistema de justicia en el país.

 

              Los órganos encargados de hacer cumplir la ley deben hacer cambios radicales en su estructura y funcionamiento, pues de ahí parte mucho del descontento popular existente.

 

              Aquí en Puebla, señalaron, acaba de irse un fiscal, cuya actuación fue pésima en los años que estuvo al frente de la dependencia. La impunidad, la lentitud  en las acciones que se necesitaban y la corrupción crecieron en forma increíble, hasta lograr colocar a la Fiscalía poblana con la calificación más baja de todo el país. Y todavía, antes de irse, la Legislatura local pretendió autorizar al fiscal que tan pésimamente actuó durante su estancia en el puesto, para que fuera quien nombrara a su sucesor.

 

            Ayer en el Congreso del Estado la sesión se inició más de una hora después de la hora señalada, pese a que había 69 puntos a tratar, entre ellos la integración de las 43 comisiones con que contará dicha legislatura, ya que habría una suspensión a las 13:20 por el simulacro de sismo, pues fue la fecha en la que se recordaron los temblores de 1985 y de 2017.

 

             En realidad no hubo problemas para la integración de las comisiones, sólo cuando se aprobó una comisión que presidiría José Juan Espinosa, pero por lo demás la sesión trascurrió tranquilamente.

 

               Los partidos políticos reciben para su sostenimiento un subsidio gubernamental, cuya cantidad va en relación con el número de votos que reciben en cada elección. Por lo que se refiere a los resultados de este año, los partidos PRI, PAN y PRD recibirán una cantidad sustancialmente menor a la de años pasados, pues Morena acaparó el mayor porcentaje de la votación.

 

              La baja en las percepciones de los partidos no obedece pues a la austeridad decretada ya por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, sino por disposición legal.

 

              Con esto, los tres partidos principales, después de Morena, caen en pobreza extrema, pues están debiendo cantidades millonarias a sus proveedores y tendrán que pagar, también cantidades millonarias por concepto de multas, a las autoridades electorales. Cómo decían las abuelas: “Las desgracias no vienen solas”.