Nunca antes en la historia moderna de Puebla se había presentado un caso como éste.
La entidad está tranquila aparentemente, pero en los pequeños grupos de amigos, en las mesas de café, en las agrupaciones sindicales o de la sociedad civil, etc, hay mucho interés en saber cuál será la resolución, y como eso no pasa hasta que pasa, pues se sueltan los rumores.
Predominan los que afirman que habrá anulación y hasta dan nombres del posible gobernador interino, el que deberá cubrir el tiempo en el que se convoca y se realiza el nuevo proceso electoral.
El nombre que más suena es el de Guillermo Pacheco Pulido, pero han surgido otros, apoyados, dicen, por fuertes personajes perredistas.
Ayer se daba por hecho que el interino sería el diputado federal Fernando Manzanilla Prieto, quien fuera el primer secretario general de gobierno de Rafael Moreno Valle. Es su cuñado, pero según todos los rumores, hay un fuerte distanciamiento entre ellos. También son mencionados el notario público Carlos Meza Viveros, que fue secretario de Gobernación del estado en el gobierno de don Manuel Bartlett, y otros.
Muy comentado el video que se divulgó por la televisión en el que el ex dirigente nacional del PAN, Damián Zepeda, se lanza con dureza contra el ex mandatario poblano, extrañándose de que su partido lo haya designado como coordinador de la bancada panista en el Senado, siendo que como gobernante de Puebla fue corrupto y represor.
Algunos panistas dicen que las declaraciones de Zepeda son producto de su enojo por haber sido desplazado de esa coordinación.
Pero otros señalan que esa es una prueba evidente de que la anulación de la elección de gobernador de Puebla ya ha sido acordada.
Y mientras los panistas del grupo morenovallista y los morenistas están al pendiente de lo que ocurre en el TEPJF, sobre la anulación o ratificación de la elección del gobernante poblano, los priistas, que no tienen vela en este entierro, se preparan para revivir a su partido.
Hubo una reunión de los 36 dirigentes del grupo Renovación del PRI, que preside el ingeniero Alberto Jiménez Merino y figuran como vicepresidentes Juan Manuel Vega Rayet y Jorge Arroyo, que sólo esperan la resolución de la elección de gobernador para iniciar sus trabajos tendientes a rescatar a su partido, que ahora sí, en las elecciones pasadas del primero de julio, quedó muy bien partido.
Los priistas que forman parte de este grupo han sido figuras en diversos gobiernos estatales. Han figurado como representantes populares, como funcionarios públicos de buen nivel y como dirigentes del partido tricolor. Es decir, tienen oficio, sensibilidad política y piensan que el PRI no está muerto, que anduvo de parranda un tiempo, pero que puede reponerse y para eso están dispuestos a ayudarlo.
Hay un Trump entre nosotros y seguramente asesora a los dirigentes del Congreso del Estado, pues no se explica de otra manera el hecho de que ayer fuera prohibida la entrada a la sesión a los ciudadanos que siempre acuden a las sesiones y a algunos periodistas.
Sólo podían pasar al salón de sesiones, les dijeron, los fotógrafos y reporteros acreditados. Y los reporteros acreditados debían estar en su corralito, pasando de uno en uno.
Lástima que aquí no haya un juez, como en Estados Unidos, que obligara a los flamantes representantes populares a rectificar, pues su decisión contraviene los artículos constitucionales que garantizan la libertad de prensa, la libertad de expresión.
Ojalá que los diputados morenistas de otras partes del país no tengan el comportamiento de los diputados locales poblanos. Bueno, de algunos de esos diputados, porque eso sería echar por la borda todo lo que el pueblo ha ganado en el tema de la democracia.
Y ya que hablamos de democracia, ¿se ha dado cuenta de que el PRI, partido que nos gobernó desde hace más de 80 años en forma total; que tenía a todos los presidentes auxiliares, a todos los presidentes municipales, a todos los diputados locales y federales, a todos los senadores, a todos los gobernadores y al presidente de la República, se acaba el primero de diciembre?
Lo que llega es otro sistema de gobierno en el que se abrogará, según nos han dicho, todo lo que se hizo en el viejo sistema y que haya dañado al país.
Desde luego que se va el neoliberalismo económico y político que fue el principio del fin del priismo tradicional y eso es bueno, pues a esa doctrina que nos fue impuesta debemos la creciente pobreza, el desempleo, el bajo crecimiento económico y la inseguridad y la violencia que se han adueñado del país. Ya le hablaremos de todo esto próximamente.