Mirarás con recelo a esa mujer sagaz que obtuvo -sin tus jugarretas de un truhán- la presidencia municipal de Puebla ¿La envidias? Es entendible, pero empieza a serenarte, ya que en esta ocasión el feminismo que tanto detestas no influyó en su triunfo, me atrevo a decir que ni siquiera el ‘tsunami’ lopezobradorista la catapultó; Claudia fue inteligente, se rodeó de gente preparada, allí está Javier Palou, Leobardo Rodríguez, Liza Aceves y ya viste los resultados, una transición gubernamental armoniosa, lejos de tus desastrosas apariciones en el Hotel MM, mientras ella acuerda internacionalmente, tú emites gritos cavernarios en el Honorable (sic) Congreso del Estado, así las cosas, así tus contrastes, vives, sufres y gozas, pero estimado diputado ‘barbosista’ aún no cantes victoria, lo peor está por venir, la ‘cadena de la chingada’ no perdona y nadie está exento de su brazo ‘chingativo’.
Carlos Fuentes de manera excepcional nos advirtió de las falsas revoluciones, nos aseguró que la revolución empieza en los campos de batalla, se persigue en las comunidades, pero una vez que se corrompe, aun cuando las batallas se sigan ganando, la revolución está perdida, las élites de trajes italianos serán sustituidas por las de traje milano, sin embargo, las últimas son las más peligrosas, tienen hambre de venganza, tarde o temprano demostrarán que son peores que los primeros, así la fórmula ha sido y así se perpetuará.
Tan sólo es necesario mirar nuestro Congreso del Estado, José Juan Espinosa coordina la Mesa Directiva, mientras lo hace interrumpe sin recata a sus compañeras diputadas ¿qué se puede esperar? ¿tendríamos que sorprendernos? Para nada, recordemos aquel episodio bochornoso del que fue protagonista en plena campaña, cuando a la ex candidata a diputada federal, Ana Cristina Ruiz, le dijo que era infeliz y frustrada. Ese es el nivel de debate de nuestro flamante diputado, aquel que construye la cuarta transformación, parafraseando al argentino Garzón Valdés: qué calamidad se vive en la democracia mexicana.
En fin, todos sabemos que los diputados morenistas sobrevivirán a cualquier hecatombe, nos intentarán vender humo disfrazado de cualidad, sin embargo, la mano negra de la soberbia siempre se posará sobre de ellos, esa pequeña voz de corrupción los guiará en las iniciativas mas torpes y eso los obligará a recordar que la arrogancia les funciona medianamente a los intelectuales. Al final -así como Emmanuel- terminarán con los brazos abiertos, comprobando que la soberbia es superflua y la humildad muy necesaria, sin embargo, la ‘cadena chingativa’ ya los habrá ajusticiado.
Entre líneas
El sexenio se terminó y el año de Hidalgo se hace presente en algunas instancias gubernamentales, es lógico que en donde más se intente buscar desvío sea en las secretarías que se encargaron de la reconstrucción del 19-S, vaya decepción se están llevando los enemigos de Rosario Robles, hasta el momento han encontrado algunos pormenores, sin embargo, lo más exquisito y que a docenas de ‘chairos’ ya les provocó cólera es que el mesías tropical aseguró que la secretaria fue un ‘chivo expiatorio’. No cabe duda de que el trabajo enaltece y más cuando se acuerda.