La política en nuestro país es un mosaico de ideas, desgracias, rostros inútiles, analfabetas funcionales, lideres mesiánicos y uno que otro personaje preparado. Para nadie deber ser extraño el fenómeno que ocurrió en el debate presidencial del domingo.
Era evidente que el bronco iniciaría con un discurso sentimental, intentando tocar las fibras mas sensibleras del espectador, su discurso, gradualmente fue encaminándose al combativo pero también a lo sarcástico, Jaime Rodríguez ‘El Bronco’, sabe muy bien que no tiene posibilidad de ganar y por eso se le vio tan tranquilo en el debate, incluso llegó a sacar de sus casillas al rival mas fuerte cuando invadió el espacio personal de Andrés Manuel entregándole el documento en el que se compromete a regresar los recursos de la campaña, López Obrador se vio incomodo ante la estrategia agresiva del ‘Bronco’. Quizá la mayor de las ocurrencias fue lo de mochar manos; Azucena Uresti, perpleja, le preguntó si lo decía literalmente, ‘El Bronco’ no titubeo, afirmó que mocharía las manos de los ladrones y corruptos. Muchos dicen que fue la revelación del debate, yo no lo veo así, se sabía que ‘El Bronco’ daría manotazos en la mesa, al mas puro estilo ranchero, sabíamos que su objetivo era Andrés Manuel y que haría lo necesario para desestabilizarlo, sinceramente, no creo que haya logrado su objetivo, apenas lo rasguñó, parece que el mesías tropical se tomó su buena dosis de Amlodipino. Un mérito tendríamos que otorgarle al ‘Bronco’, consiguió generar entre los ciudadanos y ciudadanas mas reaccionarias una fe a la figura del independiente.
Margarita Zavala fue simplemente una desgracia, el solo hecho de verla hablar desesperadamente, tropezando con sus palabras y quedándose sin tiempo deja en evidencia que es una improvisada, que no tiene las tablas suficientes para enfrentarse en el ring político actual, en ocasiones la mujer me daba pena, los cuatro candidatos la ignoraron y al final la desfondaron con su despreció evidente.
Por eso sostengo querido lector, que la política está llena de fantasmas repulsivos pero poderosos, y todos aquellos independientes tienen que besarlos y amarlos, si aún duda de ello puede mirar el vergonzoso caso de Armando Ríos Piter.
Los independientes en nuestra democracia, son una fantasía, son torpedos que funcionan a los partidos políticos. Una desgracia más de nuestra realidad.
Mi opinión acerca de Anaya, Meade y Obrador en el debate es tema de otra columna y le aseguro que a muchos les disgustará.